Garantizar un ingreso digno a sus trabajadores que les permita superar el umbral de pobreza, debe ser parte fundamental en la distinción que se otorga a las empresas para reconocidas como socialmente responsables, coincidieron representantes de organismos nacionales que promueven la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).

Pilar Parás, presidenta del Consejo Directivo del Centro Mexicano para la Filantropía (CEMEFI); Carlos Ludlow, de la Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM); y Miguel Gallardo, presidente de la Alianza para la Responsabilidad Social en México (AliaRse), destacaron que la responsabilidad social empresarial tiene como fundamento colocar a la persona es el centro, por lo que garantizar condiciones laborales justas y pagar un ingreso digno, es parte esencial para que las empresas sean socialmente responsables.

Parás explicó que durante más de dos décadas CEMEFI otorga el distintivo ESR, y que actualmente lo reciben más de 2,300 empresas; dicho sello, explicó, va más allá de la filantropía, las donaciones o acciones en favor del medio ambiente.

Y anuncio que preparan ya la versión 2.0 del distintivo ESR en el cual estarán incluidos indicadores laborales como el desarrollo de capacidades, reclutamiento sin discriminación, prestaciones dignas, plan de carrera y compensación justa, ahí estará incluido el ingreso digno.

Puntualizó que “¿cuál va a ser la diferencia con el nuevo distintivo?. Antes lo que pedíamos era que solamente nos cumplieran con salarios justos en todos sus niveles; ahora lo que se va a distinguir, son las buenas prácticas. Las buenas prácticas equivalen a tener una compensación justa; esto implicaría, por supuesto, mucho más que un salario suficiente que alcance para comer y la canasta básica, sino un salario digno, para que quienes trabajan vivan dignamente”, dijo.

Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, compartió que ya hay iniciativas empresariales en el Norte, Bajío y Occidente del país, que promueven el ingreso digno como parte del modelo de negocios y elemento sustantivo de la responsabilidad social.

“El mensaje de los organismos empresariales coincide con las iniciativas desde las regiones del país, y ha sido claro: la costumbre de salarios bajos que crea fábricas de pobreza debe cambiar, quien trabaja no debe ser pobre, la remuneración debe ser suficiente, primero, para superar la línea de pobreza de dos personas y luego, hay que llegar a ingreso digno”, expuso.

En México, detalló, dos de cada tres personas que tienen un empleo, con trabajo asalariado, no ganan lo suficiente para comprar dos canastas básicas al mes. Es una vergüenza que esa carencia de ingreso afecta a más de la mitad de quienes trabajan en grandes empresas (55%). Además la carencia de ingreso afecta más a las mujeres, casi 8 de cada 10, y a jóvenes que al iniciar su vida productiva lo hacen en trabajos que son fábricas de pobreza.

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