Se estima que en México, aproximadamente el 40% de los jóvenes se equivoca al elegir carrera, muchas veces motivados por cuestiones económicas, de prestigio o de presión social y familiar al momento de tomar su decisión, esto según cifras del Instituto en Psicología Clínica y Social (IIPCS) de la UNAM.
Cada año egresan unos 450 mil jóvenes de las universidades en el país, pero seis de cada diez no pueden desarrollar el conocimiento que adquirieron en el aula, según datos de la Subsecretaría de Educación Superior, adscrita a la SEP.
La dependencia federal indica que de cada 10 estudiantes que entran a la universidad sólo dos la están terminando, y si bien son muchas las causas que determinan que ocho de diez no concluyen su formación académica universitaria, uno de ellos es justo la parte de no tener la orientación y el descubrimiento de la vocación de manera oportuna.
En México existen unas 1,400 carreras en todas las universidades públicas y privadas, solo tres de ellas predominan entre las y los estudiantes. Administración de empresas es la carrera con mayor matrícula en 16 estados, seguida de Derecho e Ingeniería Industrial.
Ana Estrada, CEO de la organización Brújula Interior, detalló que es urgente que se modernicen los estudios y métricas que analizan los gustos y aptitudes de los menores en edad escolar a nivel secundaria y preparatoria, años cruciales para saber a qué profesiones se podrán dedicar en la adultez.
El no tener una adecuada orientación vocacional se refleja en que muchos jóvenes en la universidad cambien de carrera o adultos no estén satisfechos con el trabajo al que se dedican. “Diversos estudios señalan que gran cantidad de mexicanos están insatisfechos con su empleo debido a la falta de una vocación profesional adecuada”.
Se estima que entre un 60 por ciento de los jóvenes no tienen nada fácil el cambiar de profesión, pues la presión social les perjudica para tomar dicha decisión.
Enfatizó que “elegir carrera es la primer gran decisión de la vida y sin la vocación adecuada puede ser perjudicial para la persona. Se requiere tener muy claro el autoconocimiento de la persona, el qué quiere, qué sabe, qué le gusta, qué debilidades tiene, etc.”
Mencionó que los estudios psicométricos que se efectúan en los colegios de nivel secundaria y preparatoria no están actualizados o permiten en verdad saber qué buscan los y las jóvenes a esas edades. Dichos análisis tienen vigencia desde 1930 y es muy fácil que sus resultados no reflejen la realidad del talento natural de los adolescentes.
Además que se tiene el problema que los profesores no están capacitados en nuevas técnicas para dirigir adecuadamente al talento que tienen los jóvenes.
Cabe mencionar que los adolescentes también enfrentar un contexto de presión a su alrededor, donde la familia y hasta los amigos ya sea critican o no ven bien que el joven se quiera dedicar a cosas que las personas a su alrededor no entienden.
Explicó que el real talento se refleja en que la persona disfruta sus estudios y empleo, no importa el cansancio. Por ello, el primer punto a comprender es que es el talento natural del individuo. “El contexto es importante para dirigir el talento de los individuos. Un 20 por ciento de la gente se dedica a otras cosas diferentes a aquello que le gustaría”.
Habló que las familias deben coadyuvar a que los jóvenes detonen sus gustos y hasta talentos en la escuela y que esto puede ser parte de su camino para el futuro, sin presionarlos a seguir tal o cual tradición laboral.
“No olvidemos que el camino al Nini comienza con una mala orientación vocacional, provocando que los jóvenes deserten en las escuelas o no encuentren los trabajos que les satisfagan. No olvidemos que es urgente remediar dicha realidad, pues el narcotráfico siempre está pendiente de atraer a muchachos de toda clase social que no saben que hacer con su vida”, alertó.
También, expresó que, es bueno que desde las escuelas, las empresas y las autoridades establezcan convenios educativos para crear la futura mano de obra de las entidades como sucede en Querétaro, Guanajuato, Chihuahua, Baja California, etc., pero no se debe abusar de dicha realidad, pues son ambientes forzados que impiden que los y las jóvenes detonen sus reales talentos naturales.