El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) del 2023 debe ser coherente con la realidad que viven las familias y con las necesidades en materia de salud, seguridad, educación e incluso para la vigencia de la democracia en el país, señala la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
En un análisis del PEF, por la central patronal se señala que el aumento en el gasto de seguridad privilegia a las instancias militares al destinar alrededor de 356 mil millones de pesos (mdp) a seguridad, lo que implica un aumento de 7 por ciento con respecto al año anterior
Sin embargo, el principal aumento se encuentra en seguridad nacional con un aumento real de 13 por ciento, mientras que el aumento para Asuntos de Orden Público y Seguridad Interior es de solo 4 por ciento.
En cuanto al gasto que se envía a los estados y municipios (gasto federalizado), 31.6 mil mdp son para seguridad, lo que representa un aumento de 11 por ciento con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este monto es 9 por ciento menor con respecto al monto destinado en 2019. Esto se explica por la eliminación de fondos etiquetados para seguridad como el FORTASEG.
En materia educativa, el presupuesto será de 945 mil mdp que representa alrededor del 3 por ciento del PIB. Esto es un incremento real del 5 por ciento con respecto a lo aprobado para 2022. Sin embargo, este incremento se centra en Nómina Educativa y en dos programas: La Escuela es Nuestra y los Apoyos a Centros y Organizaciones de Educación. En ambos programas, los informes de la Auditoría Superior de la Federación muestran diversas irregularidades.
En materia de salud, el presupuesto destinado a este rubro será de 893 mil mdp que representa alrededor de 2.8 por ciento del PIB. Es un aumento de 4 por ciento con respecto al año anterior. A pesar de este aumento, se detectan reducciones en el presupuesto a programas destinados a la población sin seguridad social. Esto es relevante ya que 15 millones de mexicanos quedaron desprotegidos en salud.
En particular, el 69 por ciento de los recursos destinados al Transporte están concentrados en el Tren Maya (143 mil mdp). Esto significa que después de pagar la inversión pública en combustibles y energía y el monto destinado al Tren Maya, solo quedan 40 de cada 100 pesos destinados a inversión.
El sector turístico se mantiene en el abandono. A simple vista, los recursos para la Secretaría de Turismo crecen 111 por ciento, aunque el 98 por ciento del presupuesto estará destinado al Tren Maya. Si observamos los recursos destinados exclusivamente a turismo se reduce en 13 por ciento.
Para la Coparmex preocupa la reasignación del presupuesto realizada en la Cámara de Diputados, que reduce en 6.3 mil mdp el presupuesto de organismos autónomos.
El presupuesto es inercial y quedan muy pocos recursos para gastar. Después del pago de la deuda, participaciones a entidades y municipios, pensiones, y el gasto en combustibles y energía solo nos quedan 38 de cada 100 pesos para gastar en todo lo demás: educación, salud, infraestructura, ciencia y tecnología, seguridad, turismo, el campo, cultura, administración pública, entre muchos otros rubros.
Para que la política pública funcione debe de estar acompañada de presupuesto. No podemos pensar en un México más inclusivo y próspero si no gastamos lo suficiente en temas prioritarios para el desarrollo humano como la salud, la educación y la seguridad.