La literatura es el arte de la expresión escrita o hablada, por medio de palabras. A través de ella se conjuran y evocan sucesos, lugares y personajes que cuentan historias; algunas divertidas, otras dramáticas, también las hay románticas o incluso épicas. Pero sean como sean, de oración a oración, leyéndolas de un texto o escuchándolas en alguna narración, el lector se adentra más y más en ese mundo imaginario donde se suceden los acontecimientos.

Lo mejor es que no importa ni la edad, el gusto y hasta el nivel de educación; todos pueden disfrutar de las historias. De hecho, se suele hacerlo prácticamente a diario.

Curiosamente lo mismo pasa con los juegos: cuentan historias. A través de palabras también, ocasionalmente; pero también a través de imágenes, de símbolos y acciones. ¿parece difícil de creer?. Entonces ¿qué es el ajedrez si no una épica contienda entre dos reinos tan opuestos como el día y la noche, donde el rey es casi nada sin su ejército, pero si cae él cae toda su gente?.

Claro, habrá unos juegos que se presten mejor a contar historias que otros. Y existen aquellos que incluso están tan íntimamente ligados que, de hecho, fueron inspirados por obras literarias. O –incluso– porque en su forma de juego se puede encontrar tanta riqueza narrativa que bien pueden convertirse en literatura por sí misma. ¡Vaya! la relación es tan estrecha que hoy en día hasta los juegos de mesa, como en los libros, se acredita a su autor; porque cada uno de ellos tiene su estilo de narrativa lúdica y hasta su propio público.

Ahora que es temporada de Ferias del Libro, y ya que el juego también es cultura, es una excelente oportunidad de ver ejemplos que entrelazan estos dos mundos. A continuación, se enlistan unos cuantos juegos de mesa que nacen directamente de la literatura, y otros más que se han convertido directa o indirectamente en obras literarias.

El monstruo de colores

Este juego se basa en el cuento infantil homónimo, escrito e ilustrado por Anna Llenas y publicado por Editorial Flamboyant en 2016. Incluso el juego tiene su coautoría, junto con los desarrolladores Joseph M. Allué y Dani Gómez. El juego, editado por Devir, al igual que en el cuento original, trata sobre el monstruo que está confundido y no entiende los sentimientos que le pasan por la cabeza. Afortunadamente, su amiga, una niña pequeña, puede ayudarle a entender cómo se siente.

Este es un juego en el que los jugadores se desplazan por los colores que representan los diferentes sentimientos (calma, rabia, miedo, tristeza …) y necesitan encontrar dónde guardarlos. Los jugadores deberán encontrar la botella correcta en la que guardar cada uno de los sentimientos, de un modo que invita a los más pequeños a hablar de cómo se sienten.

Las aventuras de Robin Hood

Tal como lo pintara Sir Walter Scott en Ivanhoe o en las numerosas apariciones del personaje previas y posteriores: en una Inglaterra de 1193, el condado de Nottingham sufre bajo el yugo del malvado príncipe Juan. Robin Hood y sus compañeros se enfrentan al sheriff y luchan para robar a los ricos y ayudar a los pobres.

El punto medio entre un juego de mesa y los clásicos libros de la serie elige tu aventura –puesto que utiliza un libro como manual de juego y narración–, en Las aventuras de Robin Hood los jugadores cooperan para decidir qué rumbo toma la historia. Las partidas se desarrollan en un tablero vivo, sin caminos establecidos, para crear una experiencia de juego única e innovadora.

Guerra del anillo

La Guerra del Anillo es un gran juego de estrategia que permite a los jugadores sumergirse en el mundo de El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien y experimentar su acción épica, sus dramáticos conflictos y sus personajes memorables. Se publicó originalmente en 2004 y, al igual que la icónica novela de Tolkien, se convirtió rápidamente en un clásico de referencia en todo el mundo, recibiendo las mejores críticas de toda la comunidad de jugadores y premios al mejor juego estratégico.

En La Guerra del Anillo se representa la épica contienda entre los bandos de los pueblos libres contra las fuerzas oscuras de Sauron. Lo interesante es que es un juego “asimétrico” donde las mecánicas (y estrategia) no son las mismas para cada bando. Si bien es un juego complejo, con larga duración por partida, probablemente también es el mejor ejemplo lúdico que revive la obra clásica del profesor Tolkien.

Robinson Crusoe: Adventures on the Cursed Island

Basado obviamente en la narrativa de la legendaria obra de Daniel Defoe, en este juego los participantes trabajan para sobrevivir en una isla desierta después de sufrir un naufragio. Dentro del juego se verán obligados a hacerse de alimento, construir refugio, pelear con bestias y protegerse de la intemperie. Cada jugador tomará un papel –cocinero, carpintero, explorador o soldado– y se tendrán que ayudar, crear herramientas, así como armas, discutir planes, descubrir misterios y encaminar su aventura en seis posibles escenarios.

Holmes: Sherlock vs Mycroft

La madrugada del 24 de febrero de 1895 una bomba estalla en el Parlamento de Londres. Michael Chapman, un obrero al que se relaciona con grupos anarquistas, es detenido por el crimen. Mycroft Holmes, al servicio de la Corona, es el encargado de investigar dicha relación para resolver si ha sido un caso aislado o un plan orquestado. Y todo parece fácil de resolver hasta que se entera que su hermano, el detective consultor Sherlock Holmes, ha sido contratado por los padres del joven que creen en la inocencia de su hijo. Ahora, las dos mentes más brillantes de Londres se enfrentan por conocer la implicación del joven Chapman.

Este juego, basado en los personajes de Arthur Conan Doyle, cuenta una nueva aventura de Sherlock Holmes en una dinámica para dos personas. La idea básica es que cada jugador busca pistas para su caso, en el transcurso de 7 días, antes que comience el juicio. Dentro de la narrativa del juego lo harán interrogando testigos clave o personajes clásicos de las aventuras de Holmes, quienes los conducirán a las pistas adecuadas para resolver el caso.

Catan

El juego originalmente conocido como Los colonos de Catan comenzó siempre como eso, un juego de mesa ¿Por qué figura en este listado?

Este es un caso especial porque es el ejemplo contrario a lo antes mencionado. La narrativa que aborda este juego (y su popularidad indiscutible) dieron pie a que en 2003 se publicara la novela alemana Die Siedler von Catan (Los colonos de Catan), por Rebecca Gablé, con el apoyo directo del autor del juego.

En Catán somos pueblos jóvenes asentados en una isla virgen, en la que debemos explotar sus recursos naturales y generar comercio con los demás jugadores para construir caminos y nuevos poblados o ciudades hasta volvernos los señores de la isla. Y tal principio lo replica Gablé en su novelización, incorporando además elementos de contexto histórico como una identidad vikinga a los recientes pobladores de la isla, añadiendo finalmente elementos fantásticos y místicos en la mezcla. Una historia que podría salir de cualquier partida con jugadores muy imaginativos.

 

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