Paulina Barragán, gerente de Comunicación de Essity Latinoamérica, dijo que su encuesta anual de Responsabilidad de Consumo que se hizo en 10 naciones y detalla que 5 de cada 10 mexicanos llevan un estilo de vida más respetuoso de la naturaleza tras la pandemia.

El 72 por ciento de los mexicanos está dispuesto a gastar un 10 por ciento más si sus bienes son responsables con los productos que consume. Mientras que el 43 por ciento de los mexicanos está comprometido de apoyar a la naturaleza. Además de adoptar de forma permanente los nuevos hábitos de consumo.

“Vemos genuino interés y de comportamiento del consumidor sobre qué compran y el público sólo compra lo que necesita. El cambio de conciencia se espera sea permanente. En lo ambiental y social, así como la gente quiere sabes más de ecología y de empresas responsables”, dijo.

El 33 por ciento de los mexicanos adultos mayores pasa más tiempo haciendo cosas ambientales con mayor frecuencia que antes de la pandemia. Por su parte, un 26 por ciento de mexicanos apuesta a usar más ropa sustentable y un 25 por ciento está dispuesto a usar un transporte sustentable.

Un 93 por ciento de los mexicanos en la pandemia y pospandemia realiza acciones a favor de la naturaleza. Sólo un 56 por ciento considera que los políticos son los mayores responsables de proteger la biodiversidad; un 58 por ciento estima que las empresas son los mayores responsables ambientales; mientras que un 90 por ciento cree que todos los mexicanos sin importar su edad o empleo son responsables de cuidar el medio ambiente.

Mientras que un 24 por ciento de mexicanos asegura que el impacto ambiental de los productos que adquiere es esencial al momento de adquirirlos.  A su vez, un 73 por ciento de los mexicanos considera que la salud e higiene personal son prioridad tras la pandemia.

Al respecto, Micaela Stein, directora global de Comunicación de Essity Internacional, declaró que esta empresa global tiene la responsabilidad de impulsar el bienestar social y muestra de ello es su compromiso con 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.

Los puntos esenciales en donde se comprometen son: higiene y salud, diversidad, clima, biodiversidad, transparencia, circularidad, equidad y seguridad.

Es esencial el trabajo compartido con otras empresas y se debe optar con políticas de acceso a productos de higiene en regiones vulnerables. También se publica el informe de higiene y salud, que se manejó en 2020 de la mano con la ONU para alentar el cumplimiento de los ODS en temas de salud e higiene.

En México se impactó a más de 7 millones de muchachos y muchachas en higiene personal, desde el lavado de manos hasta la menstruación en jovencitas, aunado a establecer diversas campañas de colaboración para atender aspectos relacionados con la pandemia.

En aspectos de equidad es esencial para fortalecer a la empresa con un personal que represente a todos los sectores y exista un respeto a la inclusión; de esta manera, se eliminan los estigmas y diferencias de género.

En el aspecto de sustentabilidad se trabaja para mejorar el uso de agua en sus instalaciones y habilitar procesos de protección a la biodiversidad, aunado a establecer una iniciativa de circularidad para dejar de usar productos plásticos de un solo uso, aumentando los productos renovables y reciclables. Además de promover mejoras en los sistemas de residuos.

La empresa tiene la meta al 2050 de ser cero emisiones, con base a una política de energía, agua, control de emisiones, transporte, ceros residuos, tecnología, combustible verde y soluciones sostenibles.

Mientras que Claudia de la Vega, directora de Asuntos Corporativos de Walmart, recordó que un 56 por ciento de los mexicanos considera que las empresas son esenciales en la adaptación climática. Por ello, se tienen diversos nexos de trabajo con otras marcas para ser sustentables, un ejemplo es apostar a consumir todo aquello que se vende, apoyo al trabajador y el consumidor.

Cabe mencionar que la planta de papel de la marca Essity, localizada en Ciudad Sahagún, en el estado de Hidalgo, se caracteriza por una producción de 180 toneladas de papel con sus máquinas convertidores, al año son 90 mil toneladas de papel; se usan 15 metros cúbicos de agua por tonelada de papel reciclado y en tiempos de la pandemia no detuvieron sus trabajos de captación de papel a ser reusado.

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