La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) dio a conocer los resultados del monitoreo de precios de los productos de la canasta básica del 15 de noviembre al 12 de diciembre que realizó en quince zonas metropolitanas: CDMX, Edomex, Tlaxcala, Hidalgo, Jalisco, Tabasco, Querétaro, Oaxaca, Nuevo León, Guanajuato, Guerrero, Puebla, Sonora, Morelos y Zacatecas, reportando los siguientes hallazgos.

El precio promedio de la canasta básica fue de 1,753.35 pesos con una variación al alza de 3.73 por ciento respecto al mes anterior.

Se encontraron precios altos en 34 de los 44 productos monitoreados, siendo el chocolate en polvo el producto que más elevó su precio al pasar de 58 a 73 pesos en el Estado de Morelos, seguido por el chile serrano de 45 a 55 pesos en el Estado de Hidalgo, el chile jalapeño también en Hidalgo pasó de 36 a 44 pesos, la zanahoria de 16.00 a 35 pesos en Tabasco y el limón de 22 a 45 pesos en Morelos.

Once de las quince zonas metropolitanas monitoreadas resultaron con los alimentos más caros, siendo Tabasco el más encarecido, seguido por Tlaxcala, Hidalgo, CDMX y Querétaro.

“La inflación sigue elevando el precio de los alimentos en nuestro país. Sin lugar a dudas los consumidores mexicanos seguimos pagando más por alimentos  y por servicios. Este consumo es un consumo que nos iguala a todos, pero que golpea con mayor fuerza a la población más vulnerable del país, quienes destinan la mayor parte de sus ingresos para solventarlo”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.

Todo indica que la inflación general anual oscilará en diciembre entre 7.2 y 7.5 por ciento; sin embargo, la inflación alimentaria seguirá estando por arriba del 10 por ciento. Para fines prácticos, este juego de números y decimales resulta imperceptible en los bosillos de la gente, el costo de la vida sigue estando por las nubes.

La carestía es un fenómeno presente en los hogares mexicanos. Con el aumento que anunciará el Banco de México el próximo jueves de 50 puntos base en las tasas de interés, se ubicará en un nivel máximo histórico de 10.5; este factor, como el subsidio a la gasolina, conforma el dique estructural que ha evitado una mayor inflación.

“La prospectiva financiera del próximo año supone una eventual recesión y mayores nubarrones a este momentum aterciopelado del embarque inflacionario. Dicho claramente, ganar un punto menos de inflación no establece tendencia, continúan presentes las condiciones externas e internas que presionan el fenómeno inflacionario”, mencionó.

En los últimos meses los reportes de INEGI han sido enredados: inflación general a la baja con alimentos y servicios a la alza, buscando establecer una tendencia de recuperación económica bofa a la luz del poder adquisitivo.

 

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