El excandidato presidencial, Ricardo Anaya rechaza la versión oficial de que “las tragedias recientes del Metro” sean producto del sabotaje. Recuerda que, desde hace 20 años, López Obrador acude a la teoría del complot para evadir su responsabilidad sobre las cosas que salen mal en su gobierno.

“¡Qué complot ni que ocho cuartos!”, refuta Anaya, “las tragedias recientes del Metro, que ya mataron a 29 personas y dejaron a más de 200 heridas, tienen una explicación muy simple: López Obrador se ha dedicado a malgastar tu dinero (es tuyo porque proviene de tus impuestos), en sus caprichos. Y por eso no hay dinero para el mantenimiento del Metro, entre muchas otras cosas”.

Prueba de ello son las declaraciones del propio líder de los trabajadores del Metro, Fernando Espino, quien ha explicado que “no hay mantenimiento porque no tenemos ni refacciones, ni equipos, ni herramientas”.

Para explicar “el nivel del absurdo”, Anaya establece una comparación entre la inversión que significó el AIFA, “un aeropuerto sin vuelos, del que nadie quiere volar”, que ha sido del orden de los 70 mil millones de pesos; con la reducción del presupuesto para mantenimiento del Metro, que ha sido en este sexenio del 20%.

El AIFA, abunda Anaya, es usado por solo 7 mil personas al día, mientras el Metro es el medio de transporte diario de más de 4 millones de personas. “Con una setentava parte de lo que le metieron al AIFA habrían podido duplicar el dinero para darle mantenimiento al Metro”, arguye Anaya, por lo que cuestiona: “¿Pues no que primero los pobres? ¿Dónde están las prioridades?”

“Lo que está pasando es grave, muy fácil de entender y se tiene que corregir. Hay una sola cobija, que es el presupuesto de la Federación. Y no es del presidente ni de los políticos, es el dinero de tus impuestos. Y esa cobija debe alcanzar para todo, pero empezando por lo más importante. Lo que está pasando es que López Obrador jaló toda la cobija para sus tres caprichos: Dos Bocas, el Tren y el Aeropuerto que nadie quiere usar”.

El resultado, continúa Anaya, “es el desastre que estamos viendo: No hay para medicinas de niños con cáncer; cerraron los refugios para mujeres; cerraron escuelas de tiempo completo; cerraron las guarderías; se desplomó la vacunación y no hay dinero para mantenimiento al Metro. Y al mismo tiempo, 384,000 de millones para el tren, la refinería que no refina, el aeropuerto sin pasajeros, estadios de beisbol y vacunas cubanas no aprobadas”.

“Entonces no es un complot lo que está detrás de las tragedias en el Metro. Es el austericidio presidencial, provocado por meterle toda la lana a sus caprichos. La malentendida austeridad está costando vidas. Enderecemos el rumbo. Esto sí tiene solución. Es cuestión de poner por delante a la gente y sus necesidades reales, porque nada más no es justo que el capricho de uno, cancele el futuro de todos”, concluye Anaya.

 

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