A pesar de la crisis educativa que se vive en México, las decisiones de política pública no contribuyen a atenderla, un ejemplo es el gasto destinado a educación básica, que para este año será de 9.46%, mientras que en 2017 fue de 13.55%, lo que en términos reales implica que poco a poco estamos dejando de invertir en educación. La falta de recursos afectará, principalmente, la formación docente, clave para la transformación educativa; este año cada maestra o maestro tendrá 85 pesos para su formación, mientras que en 2016 fue de 1,644 pesos.
La falta de recursos para la formación afectará notablemente el aprendizaje de niñas, niños, adolescentes y jóvenes que ya enfrentan un grave rezago ocasionado por el confinamiento, la falta de programas y el apoyo para revertirlo en las escuelas.
En el estudio de “Mapa de Brechas de Evidencia” presentado por Mexicanos Primero, la Red Latinoamericana por la Educación (REDUCA) y Fundación SURA, se deja en evidencia la falta de información sobre la formación docente en México, las intervenciones relacionadas con la rendición de cuentas, la vinculación inicial y el liderazgo docente.
Esta revisión realizada en 15 países de la región es una herramienta metodológica que permite tomar mejores decisiones de política pública.
Durante la presentación en México del Mapa de Brechas de Evidencia, en la que se hizo un recuento del estado de la educación, Laura Ramírez, directora de Activación de Agentes en Mexicanos Primero, aseguró que existe un avance en el conocimiento de la realidad docente, pero que aún falta que esa información sirva para tomar decisiones de política pública.
También en el marco del Día Internacional de la Educación, Ramírez manifestó que en México se vive una grave crisis educativa porque el sistema educativo es excluyente, inequitativo e ineficiente, en el que NNAJ no logran los aprendizajes fundamentales para desenvolverse en la vida cotidiana.
“Cargamos con deficiencias históricas que se agravaron por el cierre de las escuelas durante casi dos años a causa de la pandemia.
“Las NNAJ se quedan fuera de la escuela: perdimos un millón 300 mil en la pandemia y de cada 100 niñas y niños que inician la primaria a los 6 años, sólo 40 llegan a la educación superior y los otros 60 quedan fuera del sistema, desperdiciando su potencial y con riesgo de caer en la pobreza, al tener que dedicar su vida a trabajos poco o mal remunerados, al incorporarse de manera precaria al sistema laboral, al enfrentar embarazos tempranos y, en casos extremos, a caer en las redes del crimen y ser víctimas de violencia”, denunció.
Laura Ramírez recordó que el derecho a aprender, entendido como que todas las NNAJ estén y permanezcan en la escuela, aprendan y participen en ella, es fundamental para el desarrollo integral de las personas; sin embargo, ese derecho trascendental hoy está en crisis.
“Hoy las NNAJ tampoco aprenden. Aprende en Casa no fue un mecanismo relevante pues solamente 6.6% de las y los estudiantes siguieron las clases a través de la televisión. La pandemia no sólo impidió que muchos estudiantes no lograran obtener los aprendizajes necesarios, sino que generó que se perdieran algunos de los que ya se habían conseguido: actualmente 41% de las NNAJ que tardaron más tiempo en regresar a la escuela no lograron comprender un texto de 3er grado y 65% no pudieron responder una resta simple.
Ante esta emergencia, la representante de Mexicanos Primero hizo un llamado a las autoridades federales y locales, las y los docentes, las familias, estudiantes, las OSC, la iniciativa privada y la ciudadanía en general para enfocar esfuerzos en revertir esta emergencia que ha sido denunciada reiteradamente y propuso:
Recuperar a los ausentes
Atención al bienestar socioemocional
Estrategia de recuperación de aprendizajes (desde la primera infancia)
Para que esto suceda, dijo, se necesita un presupuesto destinado a estos tres temas, evaluaciones que permitan tomar decisiones para seguir mejorando y ofrecer mayor inversión a la formación docente.
“Sin docentes con las habilidades necesarias para afrontar los retos que dejó el encierro, sólo se alargará la emergencia. La pandemia no fue “culpa” de ningún gobierno, pero la respuesta, ante los estragos educativos que causó, sí depende de las decisiones que se tomen. Hacemos un llamado para que esas decisiones estén enfocadas a garantizar que las NNAJ estén, aprendan y participen en la escuela” reiteró.