En México los incendios forestales se registran en dos temporadas, una de enero a junio, cuando las condiciones meteorológicas crean condiciones para que se presenten estos siniestros en las regiones sureste, centro, occidente, noreste y noroeste del país y la segunda temporada, que inicia en mayo y termina en septiembre en la zona noreste.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en lo que va de 2023 se han registrado 13 incendios forestales en 6 entidades federativas, siniestros que han afectado poco más de 356 mil 27 hectáreas de vegetación de estratos herbáceos; es decir, plantas y matorrales, y en zonas boscosas.

Estos incendios se han presentado en estados como Veracruz, Puebla, Ciudad de México, Jalisco, Oaxaca, Coahuila, Guerrero, Hidalgo, Ciudad de México, Morelos, Sinaloa, sitios donde se ha presentado sequía, vientos y altas temperaturas.

Para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) estos incendios arrasan con grandes volúmenes de madera, aniquila el hábitat de la fauna silvestre, provoca la erosión del suelo, contamina el aire y, en consecuencia, contribuye al cambio climático al ser eliminadas plantas que producen oxígeno.

Entre las principales causas que provocan los incendios forestales se encuentran la quema agrícola no controlada, mismas que son reguladas por NOM-015-SEMARNAT/SAAGARPA-2007 que dicta técnicas y procedimientos para realizarlas de manera segura; sin embargo, en ocasiones se salen de control y provocan grandes pérdidas naturales y económicas.

Aunque lo ideal es evitarlos, los cuerpos de emergencia están capacitados para combatir los incendios forestales y emplean técnicas que contienen y detienen el avance de las llamas de manera frontal o, si no es posible, rodeando al fuego con una línea de control para que no se siga propagando.

En cualquiera de los casos es necesario que los grupos de respuesta cuenten con herramientas y equipos necesarios para extinguir las llamas, pues de acuerdo con la marca de equipos de protección DuPont el 54% de las muertes de bomberos en servicio son relacionadas con el estrés por calor, por lo que los equipos de protección personal deben evitar la penetración del calor producido por las llamas y, al mismo tiempo, prendas que les permitan tener una movilidad y comodidad.

En este sentido, lo más importante es que los bomberos acudan a los sitios de emergencia equipados con las mejores herramientas y capacitados con técnicas que les permitan contener las llamas y evitar que los incendios forestales afecten en aspectos económicos, ambientales y naturales.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *