El mercado corporativo en esta ciudad se estabilizó durante 2022, continúa en abierta recuperación y esta tendencia continuará en 2023. Así lo señala el reporte del mercado de oficinas de la Ciudad de México correspondiente al cuarto trimestre de 2022, elaborado por Mauricio Mondragón, analista de la división de Investigación de mercados de Newmark, y destaca que por tercer trimestre consecutivo el mercado presentó cifras positivas y cerró el 2022 con cifras que apuntalaron un año de franca recuperación.

“Por tercer trimestre consecutivo, la tasa de disponibilidad del mercado en general ha disminuido y cerró el año en 23.4%, lo que significa que todavía hay 1.84 millones de metros cuadrados de oficinas desocupados en la ciudad. Esta cifra aún es elevada, sin embargo, la tendencia descendente es muy bienvenida para un mercado que necesita señales de estabilidad.

Es importante mencionar que la absorción neta se mantuvo positiva por tercera vez consecutiva, pero es aún más relevante observar que éste ha sido su mejor período desde el inicio de la emergencia sanitaria”, precisó Giovanni D´Agostino.

Agregó que el inventario tuvo un ligero incremento localizado en el corredor Reforma, lo que empujó el área neta rentable clase A y A+ de la CDMX a situarse en 7.86 millones de metros cuadrados y la superficie en construcción disminuyó durante los últimos tres meses del año, por lo que actualmente existen 930 mil metros cuadrados en obra.

Uno de los indicadores primarios para medir la salud de los mercados inmobiliarios es la absorción bruta. Este concepto trata simplemente de expresar la cantidad de espacio vacío que se ocupó durante un período de tiempo determinado.

En el caso del mercado de oficinas de la Ciudad de México, la absorción bruta correspondiente al cuarto trimestre del año fue de poco más de 155 mil metros cuadrados, representando un segundo período con mayor espacio ocupado de todo el año.

Las ocupaciones más importantes durante este trimestre tuvieron lugar en los corredores Santa Fe, Polanco e Insurgentes, que en conjunto representaron el 69% del total de metros cuadrados absorbidos en toda la ciudad. Los movimientos más grandes en este sentido se dieron en Santa Fe, en donde dos instituciones financieras realizaron movimientos que sumaron más de 30 mil m².

Lo interesante es poner los 155 mil metros cuadrados antes mencionados en perspectiva: durante 2022, la absorción bruta acumulada fue de 547 mil metros cuadrados, 38% superior que en 2020 y 70% por arriba de lo que sucedió en 2021. Para los que sigan algo escépticos de la recuperación del mercado de oficinas, estas cifras son contundentes.

Por supuesto, si se compara esta absorción bruta con los años pre-pandemia, 2022 fue 28% inferior a 2019. Esos números estuvieron acotados a condiciones de mercado que muy probablemente no se vuelvan a ver. 2020 fue un período de cambio de paradigmas y el mercado de oficinas, entre muchos otros, tendrá que ajustarse a la nueva realidad y a medirse dentro de estas nuevas condiciones.

La absorción neta (AN) es un concepto más complejo. Integra las ocupaciones, desocupaciones y el ingreso de nuevos edificios al inventario existente en un período de tiempo estipulado. De esta manera, se puede tener una visión más clara del verdadero comportamiento del mercado, pues el indicador refleja los movimientos negativos y positivos del mercado.

Contrario a lo sucedido durante la mayor parte de 2020 y todo el 2021, en 2022 esta cifra se ha mantenido positiva desde el segundo trimestre del año, y, mejor aún, cerró el año en números negros. Esta mejora consistente es una señal clara de que, a pesar del crecimiento continuo del inventario y de las naturales desocupaciones de espacios corporativos, hoy el mercado de oficinas de Ciudad de México se encuentra equilibrado.

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