Jorge Rickards, director general de la WWF México, lamentó que se tiene una disminución a los presupuestos ambientales federales, estatales y de todo el país, cuando se necesita que se vuelva a invertir y las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) tengan los presupuestos necesarios para su adecuada preservación, en especial en entidades en alto crecimiento urbano, como es el centro del país.

En relación a las ANPs alrededor del estado de Querétaro indicó que es un tema esencial y se requiere de un gran trabajo para su preservación pues el urbanismo no debe poner en riesgo su viabilidad.

La principal forma de protección es el ordenamiento territorial y vemos que las autoridades estatales y municipales si tratan de poner orden e implementan ANPs estatales, éstas últimas necesitan un adecuado presupuesto para funcionar. Sin olvidar que las ciudades deben ser sostenibles y brindar espacios urbanos adecuados, corredores verdes y visión de sustentabilidad social.

En referencia al papel que tuvo la pandemia en las ANPs, el experto detalló que “la naturaleza de forma momentáneamente se benefició de la lejanía del hombre por la Covid-19, sin embargo, en la actualidad se está regresando a hábitos no sostenibles, estamos dañando de nuevo a los ecosistemas y las ciudades en crecimiento no deben perder eso de vista y no crecer sin respeto a los espacios verdes”.

Recordó que México tiene una gran tradición de poco más de 30 años con programas de protección de especies y con las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) se tienen grandes avances y en especial con las zonas comunitarias.

De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu), el gobierno estatal tiene el plan de trabajo de lograr que un 40 por ciento del territorio de Querétaro sea decretado como área natural protegida (ANP); es decir, al menos 467 mil 200 hectáreas, del millón 168 mil 768 que comprende la extensión total de la entidad.

Información de la dependencia estatal señala que actualmente 37.21 por ciento, es decir, 434 mil 928 hectáreas, pertenece al territorio de 15 áreas naturales protegidas que se distribuyen en 13 de los 18 municipios del estado.

De esa cifra de ANPs, cuatro de son de competencia federal: Sierra Gorda, Cerro de las Campanas, El Cimatario y Zona Protectora Forestal; seis de carácter estatal: «El Pinalito», El Tángano, Bordo Benito Juárez, Tángano II, Peña de Bernal y El Batán, y cinco son municipales: zona occidental de microcuencas, Jurica Poniente, Cañada Juriquilla, Sierra del Raspiño y Cerro Grande.

Por su parte, José Eduardo Ponce Guevara, director de Proyectos de Conservación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas federal (Conanp), indicó que tras la pandemia los ecosistemas en el país se observó que muchas especies regresaban a sus antiguos nichos; el mensaje que percibimos es que las especies pueden recuperarse si se les deja tranquila y se mantiene respeto de sus entornos naturales.

Relató que la Conanp aprecia que las urbes en crecimiento como Querétaro deben tener cuidado para que no se desborde su urbanismo. Tenemos que trabajar para proteger sus ANPs, que son los grandes reservorios de agua y oxígeno de las ciudades, siendo elementos prioritarios para la vida humana. No sólo es protección de plantas sino los aspectos clave como es el agua y la polinización. Tenemos grandes sinergias con las autoridades ambientales de estados como Querétaro, Oaxaca y Sinaloa, por mencionar tres estados, donde se trabaja para que el crecimiento citadino sea sostenible.

Sobre el trabajo de las ANPs estatales y comunitarias de Querétaro, calificó de esfuerzos muy valiosos de las autoridades de la entidad, pues las comunidades rurales e indígenas son las encargadas de manejar la biodiversidad.

En materia de los planes de manejo de las ANPs que está administración federal está elaborando, indicó que se tiene proyectos de publicar 35 programas de manejo a lo largo del país, donde uno o dos de dichos planes aplicará para Querétaro.

Cabe mencionar que la ANPs más emblemática en la entidad es la Sierra Gorda, que se extiende por los municipios de Arroyo Seco, Jalpan, Landa de Matamoros, Pinal de Amoles y Peñamiller, y pertenece a la categoría de Reserva de la Biosfera desde 1997.

El Cerro de las Campanas y El Cimatario son considerados como Parques Nacionales desde 1937 y 1982, respectivamente; y, la Zona Protectora Forestal, ubicada en San Juan del Río y Amealco, es un área de protección de recursos naturales desde 1941.

 

 

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