En la actualidad, uno de los desafíos más grandes que enfrenta la sociedad es el de emprender acciones para proteger nuestro planeta, así como evitar el calentamiento global que impacta de manera negativa en la economía, bienestar social, desarrollo y en la calidad de vida de las personas.

En los últimos años, hemos visto cómo las nuevas generaciones han tomado conciencia de esta necesidad, por lo que demandan que los lugares donde habitan, y en los que están dispuestos a invertir, estén pensados de manera amigable con el planeta, considerando a la sustentabilidad como un elemento indispensable para cualquier residencial de lujo.

Es por eso, que Reserva Santa Fe -el primer desarrollo inmobiliario en México y Latinoamérica que apuesta por la construcción regenerativa- busca el bienestar de

sus habitantes, considerando desde su planeación viviendas enfocadas en un  entorno natural y wellness en donde, además, se forme una comunidad autosustentable entre las personas que lo habitan.

De acuerdo con Martín Gutiérrez Lacayo, Director de Sostenibilidad de Reserva Santa Fe, en la actualidad, los consumidores buscan que los lugares en los que habiten, ya no solo sean considerados “verdes”, sino que tengan distintos elementos como que sean regenerativos, que neutralicen las huellas de carbono desde los materiales con los que están construidos, así como que integren elementos de protección y conservación de la naturaleza, en el caso de complejos habitacionales construidos en zonas naturales.

Reserva Santa Fe cumple con todos los elementos, ya que desde la etapa de planeación, y ahora construcción, tenemos un diseño que busca integrarse al esquema regenerativo con el que logremos un impacto cero en el ecosistema, lo que buscamos es regresarle a la naturaleza más de lo que le estamos quitando”, aseguró.

Uno de los grandes distintivos de Reserva Santa Fe, es que es el primer desarrollo habitacional en el mundo, en estar en proceso de certificarse como Living Community Challenge, un distintivo que otorga el International Living Future Institute (ILFI), con el cual, los complejos que lo obtienen, deben pasar por una rigurosa evaluación para ser considerados comunidades que pasan de un impacto menor al medio ambiente a lo regenerativo, en donde los espacios construidos aportan más de los recursos que se utilizan para su edificación y mantenimiento, restaurando ecosistemas.

Gutiérrez Lacayo asegura que Reserva Santa Fe está consciente del compromiso que tiene. Este proyecto único en su tipo, apuesta por brindar a las personas una calidad de vida insuperable, ya que los habitantes de esta reserva, contarán con un espacio exclusivo en que solo habrá 2.4 viviendas sustentables por hectárea, así como 86% de áreas verdes para practicar distintas actividades al aire libre, por lo que el hecho de que los residentes aprendan a convivir de manera responsable con su entorno, es uno de los retos.

“En Reserva debemos partir de que ocupamos un espacio privilegiado porque estamos inmersos en un corredor biológico, por lo que nuestro diseño está 100% pensado en el ecosistema que habitaremos”, dijo.

Es por eso, que este desarrollo habitacional ubicado en el Estado de México, a 15 minutos de Santa Fe, construyó lagos, represas, pozos de infiltración, así como un santuario de Nacelagua, para regresar 5 % más de agua de lo que se utilizará en cada proceso, desde su construcción hasta la etapa final.

El experto asegura que se están tomando otras acciones como generar energía renovable; adquirir materiales de construcción que no tengan químicos dañinos, y que además puedan ser reciclados para lograr huella de carbono cero; un programa zero waste en el que todos los residuos que se generen durante todas las etapas, nunca lleguen a un basurero y sean utilizados para reciclaje o composta.

“Esto también  incluye la producción de alimentos. Vamos a producir el 20% de los alimentos de las 500 familias que habiten la reserva. Ya tenemos en operación nuestro primer invernadero con la finalidad de cultivar hortalizas y posteriormente tendremos una red de viveros con comunidades aledañas, en donde se van a producir frutas y verduras orgánicas para las personas”, detalló.

Además, Reserva Santa Fe cuenta con el programa de Bosque Comestible, en el que con ayuda de las personas originarias de la región, aprovechan las especies de hongos y otros alimentos que se pueden encontrar en el entorno natural.

Gutiérrez Lacayo detalló que respecto a la inclusión, todos sus espacios están pensados para que las personas con cualquier tipo de discapacidad puedan aprovecharlos al máximo.

Cabe destacar que este residencial tendrá disponibles para sus habitantes,  150 hectáreas, en las que se construirán parques recreativos, senderos para bicicletas, canchas de tenis y fútbol, un gimnasio al aire libre, senderos para caballos, así como un área para practicar tiro con arco de 30 metros.

Estas razones hacen que Reserva Santa Fe sea un lugar que más allá de pensar en el desarrollo inmobiliario, se convierta en una comunidad independiente en donde el lujo y la sustentabilidad converjan para adaptarse al ecosistema sin impactarlo.

 

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