La fuerte escasez de agua que se ha venido desatando hace varios años atrás y la más
reciente en el estado de Nuevo León, originó que se expusieran ciertas medidas a las
industrias sobre todo a las productoras de refresco y cerveza para controlar con mayor
medida el uso del agua en sus productos.
Según datos de Cerveceros de México (Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y de
la Malta) el promedio a nivel mundial de uso de agua está entre 4 y 6 litros de agua por
cada litro de cerveza, y en México se utilizan en promedio 2.6 litros de agua por cada litro
de cerveza producida. En los últimos 10 años los productores de cerveza redujeron un 28%
el uso de agua en la cerveza, es decir pasaron de usar 3.63 a 2.6 litros de agua por litro de
cerveza.
En el caso de las refresqueras que están agremiadas a la Asociación Nacional de
Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) entre 2012 y 2022, pasaron de
utilizar 1.82 litros de agua por litro de refresco, a 1.38 litros de agua, una reducción del
24% y en 12 años dichas empresas han reducido hasta un 35% el uso de agua.
Juan Pablo Rodríguez Director Comercial de Veolia Water Technologies & Solutions
México, comentó que es interesante conocer los datos de la ANPRAC que muestran que las
concesiones de aguas nacionales de las que son titulares sus empresas embotelladoras
representan solo el 2% del volumen total para la industria autoabastecida del país. Y según
cifras de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), más del 90% del total de las
concesiones para uso consuntivo en el país corresponden al abastecimiento público y al uso
agrícola.


De esta manera se expone también que el uso agrupado de las empresas, que comprende a
una diversidad de industrias como la química, siderúrgica, petróleo, celulosa y papel, de
bebidas, entre otras, representa menos del 5% del total concesionado.
El reto al cual se enfrenta la industria de bebidas es producir más diversidad de productos,
más pequeños o recargables, lo que implica el aumento de la frecuencia de limpieza y
aclarado en la producción de embotellado.
Con el fin de optimizar el consumo de agua en este proceso, se deben implementar medidas
dirigidas a reducir las fugas de agua, aumentar la reutilización de agua siguiendo con la
normatividad vigente y la regeneración de fuentes existentes a través de la recarga artificial
de acuíferos con tecnologías especializadas e innovación de procesos productivos.
La situación de estrés hídrico es un problema que requiere la intervención del sector
público, la proactividad de la industria y concientización social. El agua es la energía vital
de nuestro planeta. Su reúso es una necesidad para garantizar la seguridad hídrica, mitigar
los impactos del cambio climático y un futuro sustentable.

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