Es un hecho (los expertos lo confirman) que nuestro planeta está experimentando un cambio climático motivado por la humanidad tras más de un siglo de desmedida industrialización, deforestación y agricultura a gran escala. Si no actuamos para detener estas acciones, el calentamiento global superará los 1.5 grados centígrados en las próximas décadas, causando estragos en ecosistemas y poblaciones vulnerables.
De ahí que gran número de industrias estén actuando ya para disminuir su impacto sobre el medio ambiente. Muchas de ellas cuentan con una perspectiva ESG (Environmental, Social, and Governmental), mediante la cual han implementando políticas que las vuelven más sostenibles y amigables a través de su compromiso social, ambiental y de gobernanza. Para 2023, al menos, estas 7 acciones son las que imperan en materia de sostenibilidad en las grandes industrias (y se espera que sean adoptadas por empresas medianas y pequeñas también):
- Hacia el carbono cero. Es indispensable reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, así como contrarrestar las emisiones restantes con soluciones de carbono negativo, ya sea basadas en la naturaleza (plantar árboles) o tecnológicas (electricidad a partir de energías renovables). El desafío es reducir las emisiones de alcance 3, es decir, las emisiones indirectas de los proveedores o consumidores, que suelen ser la gran mayoría. Climate Action 100+ informa que solo 36% de las empresas han establecido objetivos de descarbonización a largo plazo, por lo que hay que intensificar los esfuerzos si se quieren evitar los temidos 1.5 grados de sobrecalentamiento.
- Financiación verde… y azul. Las industrias perseguirán los bonos ESG, es decir, aquellos que otorgan financiamiento a las empresas para el desarrollo de proyectos sostenibles, como son los créditos verdes (por ejemplo, para energías renovables). También se acelerará la búsqueda de créditos de carbono azul, basados en capital natural marino (pastos marinos, manglares, marismas).
- Mayor inversión en innovación. Las acciones que se centren en la innovación científica con una perspectiva sustentable, la evaluación del ciclo de vida, el diseño circular y la química verde permitirán a las empresas crear más valor y al mismo tiempo avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la ONU.
- Acelerar las economías circulares. Se incrementará la urgencia de integrar los principios de la economía circular en los modelos comerciales (reutilización, reciclaje) ya que, según las tendencias actuales, para 2040 la generación de desechos plásticos se duplicará, la fuga de plástico en el océano casi se triplicará y las existencias de plástico en el océano casi se cuadriplicarán.
- Administración del agua. Proteger la biodiversidad es necesario y en este año se pondrá el acento en el agua, debido a las grandes sequías e inundaciones alrededor del mundo. Las soluciones climáticas relacionadas con los océanos serán cruciales para avanzar en los objetivos climáticos y naturales globales, mientras que las industrias deberán implementar estrategias holísticas del agua en sus instalaciones, priorizando las plantas de fabricación y las comunidades en cuencas hidrográficas de alto riesgo.
- Sostenibilidad social. La protección del medio ambiente va de la mano con una dimensión social de las problemáticas, que para 2023 se elevará más en la agenda de sostenibilidad. Habrá una mayor necesidad de involucrar a los ciudadanos y trabajadores en la agenda de acción climática, y las empresas deberán refrendar su responsabilidad con la diversidad, equidad e inclusión, así como reforzar el compromiso de tratar a sus empleados, clientes y socios con profesionalismo, dignidad y respeto. Además, seguirán trabajando en hacer prosperar a las comunidades que impactan a través de programas sociales específicos.
- Uso de datos para impulsar un futuro sostenible. Por supuesto, la tecnología estará presente para reforzar la sostenibilidad corporativa. El uso de big data e inteligencia artificial ayudará a las industrias a recopilar información precisa para tener operaciones más eficientes y con bajo impacto ambiental.