De acuerdo con los Censos Económicos 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dio a conocer que los datos por sectores económicos, se aprecia que la industria automotriz –considerando la fabricación de equipos de transporte, el comercio, autotransporte de carga, reparación y mantenimiento, así como estacionamientos y pensiones para vehículos- generó 2 millones 127 mil 841 empleos, de los cuáles 74 por ciento fueron ocupados por hombres y 26 por ciento por mujeres.
Aunque la representatividad femenina en la industria es baja si se compara con el porcentaje en el total de personas ocupadas, en realidad su presencia ha crecido de manera considerable en los últimos diez años. “En la última década las mujeres han pasado de ser del 10 al 46 por ciento de nuestra plantilla”, cuenta Jazmín Vega, quien inició como analista de Recursos Humanos en la industria y ahora lidera este departamento para las arrendadoras TIP México y BitCar.
“Creo que el sector automotriz en general ya no son o de hombres o de mujeres, sino que es la industria de las personas que tienen las habilidades y el conocimiento y, de hecho, a nivel interno en las políticas de recursos humanos que nosotros tenemos, realmente no es relevante el género de las personas, sino su aptitud, conocimiento, habilidades y sobre todo cuáles son sus valores y si es una persona íntegra”, dijo.
De acuerdo con el estudio Mujeres al Volante de Deloitte, únicamente 24 por ciento de los empleados que laboran en la manufactura de vehículos de motor y de autopartes a nivel mundial es del género femenino, mientras que, en la comercialización de vehículos, las mujeres solo representan 18 por ciento de la plantilla total.
Según este mismo reporte, la mitad de las mujeres encuestadas que laboran en la industria cambiarían de sector si iniciaran de nuevo su carrera y las tres principales razones son las dificultades para equilibrar vida laboral y familiar, la falta de oportunidades para crecer y ser promocionada y la falta de diversidad, igualdad e inclusión.
“Como mujer, el reto es equilibrar la vida familiar y profesional cuando tienes un desafío laboral tan grande como el que yo he tenido en todos estos años. En México, se percibe que el hombre tiene un rol diferente que la mujer con respecto a los hijos. Es un desafío compaginar ambas y es clave para que ninguna pese sobre la otra”, explica Arlette Balderas, que cuenta con 20 años de experiencia en el sector del arrendamiento y es directora de operaciones en TIP México.
A lo largo de estos años la representatividad de la mujer en la industria ha crecido e impactado de manera positiva. “La presencia equitativa de ambos géneros permite un equilibrio en la empresa y las visiones de ambos son complementarias”, asegura.
Tomando en cuenta el informe “Women In Business 2022” publicado por la firma Grant Thornton, el porcentaje de mujeres en puestos directivos en México disminuyó dos puntos con respecto al año anterior situándose en 33 por ciento.