A nivel mundial, las mujeres aún tienen menos oportunidades económicas y de financiamiento que los hombres; una brecha que obstaculiza el crecimiento y desarrollo del propio ecosistema económico.

De acuerdo con Luis Felipe Treviño, managing director de la firma de inversión privada Beamonte Investments, menos de la mitad de las mujeres elegibles para el crédito participan en la fuerza laboral, en comparación con el 75% de los hombres.

Además, las mujeres tienen más probabilidades de trabajar en la informalidad y en empleos vulnerables, mal pagados o infravalorados, mientras que, en un escenario paralelo, las empresas lideradas por un director reciben 34 veces más inversión de capital de riesgo que aquellas dirigidas por una mujer.

Sin embargo, las estadísticas muestran que las mujeres son más exitosas que los hombres cuando dirigen empresas, pues las empresarias generan en promedio un 35% más de recuperación de inversión que sus homólogos masculinos.

Según un estudio realizado por el New Peterson Institute, que analiza a casi 22,000 empresas que cotizan en Bolsa de 91 países, un aumento de mujeres en los puestos de liderazgo está asociado con un incremento del 15% en la rentabilidad del negocio.

A pesar de ello, 9 de cada 10 socios de firmas de capital de riesgo son hombres. Los inversores parecen sentirse más seguros cuando hay un hombre al mando, aunque no sabrían explicar por qué y las estadísticas prueban que intuyen mal.

Por años, el sexo femenino ha sido subestimado cuando se trata de negocios y cualquier ámbito profesional, pero en los últimos tiempos la mujer ha demostrado qué tan equivocado está el mundo en menospreciarla, mientras ella construye imperios igual o hasta más exitosos que los que fueron edificados por hombres.

“Lo cierto es que este ya no es un mundo empresarial de hombres. Se prevé que en un futuro será gestionado en su mayoría por talento femenino, no por capricho o alguna clase de moda, sino porque la mujer cada vez se posiciona más como una mejor líder en el ámbito financiero”, señala Treviño.

Entre las principales características que las colocan en este sitio se encuentran las siguientes:

No pierden la concentración en su negocio: Las mujeres presentan la tendencia de fijarse un objetivo y no quitar la vista del mismo hasta que lo alcanzan. Mientras que el hombre es más distraído, ellas tienen el poder nato de mantenerse concentradas en lo que les interesa.

Crean empresas que pueden consolidar: La insistencia que caracteriza a una mujer puede resultar realmente beneficiosa cuando se está creando una empresa, sobre todo porque significa que no van a decaer al encontrarse con obstáculos.

No piden más de lo que necesitan: Al crear un negocio será necesario contar con el capital suficiente para cubrir gastos básicos durante los primeros meses de la empresa donde no se está generando utilidad. Para esto se necesita pedir dinero a bancos o inversionistas. Las mujeres son buenas administradoras, tienen mayores posibilidades de no gastar más de lo necesario, pudiendo ser más exitosas en la organización financiera.

Son más modestas que los hombres: Debido a la discriminación que ha tenido que soportar la mujer en la historia, suele ser más modesta que los hombres. No suelen presumir los logros, ni los grandes ni los pequeños y gestionan de manera silenciosa y calmada sin armar gran alboroto.

Son más realistas: Las mujeres suelen tantear el terreno múltiples veces para asegurarse de que no sea arriesgado trabajar en él, así que ellas no van a construir castillos en el aire. Esta cualidad ha hecho que las mujeres soporten de mejor manera las crisis económicas.

 

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