Resulta casi imposible el vivir sin estrés, entre trabajo, familia,
compromisos sociales y situaciones económicas, parece que todo y todos se enfrentan
constantemente por acaparar el tiempo personal, lo que lleva a experimentar fatiga, ansiedad,
y de persistir, a padecer burnout, un síndrome cada vez más recurrente y preocupante
relacionado con el agotamiento extremo.
Y entre las responsabilidades, es el trabajo el que suele ocupar una gran parte de la energía
mental y las actividades diarias, por lo que aprender a prevenir el estrés relacionado con éste
es fundamental para prevenir daños a la salud mental y física, por lo que Nora Taboada,
coach ejecutiva y fundadora de AFE-Liderazgo Consciente, habla más respecto a los peligros
del estrés laboral y cómo prevenirlos.
Desde 2017, México lidera la lista como el país con más casos de estrés laboral o burnout, de
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que la Organización
Internacional de Trabajo (OIT), advierte que el estrés laboral cuesta al país entre 5 mil
millones y 40 mil millones de dólares al año.


“Cifras económicas aparte, el estrés laboral tiene repercusiones muy graves tanto para los
trabajadores como las empresas; para éstas últimas, el estrés laboral les cuesta incremento de
accidentes laborales, absentismo, baja de productividad, aumento de conflictos,
desmotivación, errores en el liderazgo y comunicación, entre otros”, indicó Taboada.
Por su parte, algunos de los peligros del estrés laboral para los trabajadores, son:
Pérdida de equilibrio vida-trabajo.
Ansiedad, miedo irritabilidad, intolerancia.
Trato brusco en las relaciones sociales.
Aumento del consumo de tabaco/alcohol y otras sustancias.
Dificultad de concentración, confusión, olvidos.
Reducción en la capacidad de aprendizaje.
Dolor de cabeza, malestar estomacal, palpitaciones, aumento de la presión sanguínea,
agotamiento, problemas cardiovasculares, de sueño y deterioro de la memoria.
“Una dosis cotidiana desmedida de estrés trae repercusiones negativas para todos los
involucrados, afectando a su vez otras áreas de la vida, como la familiar, social y la
emocional/afectiva, dañando el bienestar general y afectando la calidad de vida del
trabajor/trabajadora”, indicó la fundadora de AFE, quien, a fin de prevenir esta situación,
recomienda lo siguiente:
A las empresas
– Desarrollar líderes conscientes: Esto a fin de crear un ambiente de colaboración, confianza y
comunicación. Los líderes con propósito buscan ante todo el bienestar general y ven más allá
de sí mismos, de manera que incitan al trabajo conjunto para la resolución de conflictos, a fin
de lograr una superación y logros colectivos.
– Realizar una distribución equitativa de las responsabilidades: El concepto y la práctica de
encargar más trabajo a los personas más capaces y rápidas deben quedar en el pasado, lo cual
puede lograrse por medio del liderazgo consciente y de brindar a cada miembro del equipo
las mismas oportunidades para desarrollar sus habilidades.
– Establecer límites: Horarios que se respeten, días de descanso sin llamadas o mensajes
“urgentes”, y vacaciones de acuerdo con la ley, es decir, sin interrupciones, son algunas de
las medidas a implementar.
A los colaboradores/as
– Aprender a decir no: “Muchas veces por quedar bien con el jefe o con los compañeros,
decimos que sí a tareas o responsabilidades extra cuando ya tenemos las manos llenas.
Aprender a decir que no es fundamental para cuidar de nuestra propia salud física y mental”,

explicó Taboada. Junto al aprendizaje de decir no, se debe practicar la negociación de nuevas
fechas de entrega cuando sea necesario.
– Desconectar del trabajo: Es decir, no pasarse del horario laboral y tomarse en serio los días
de descanso, “mejor dejar el trabajo en la oficina; sobrecargarse y presionarse para terminar
suele resultar contraproducente, ya que no sólo no encontrarás la respuesta a la situación con
la que lidias, sino que terminarás agotado/a y frustado/a”, indicó.
– Desarrollar otras habilidades: Aprovechar el tiempo libre para cuidar de uno mismo, cultivar
pasatiempos y fortalecer relaciones a fin de liberarse del estrés. También se recomienda
practicar actividad física y otras actividades que permitan entrar en estado de “flow” (o
estado de flujo), que se caracteriza por vivir un involucramiento emocional intenso mientras
se realizan estas tareas, lo que hace que se olvide incluso el paso del tiempo.
– Vivir con coherencia: Es decir, lograr un entendimiento de la propia vida, de cuáles son los
valores personales fundamentales, y fundirlos con las metas y creencias para crear un “todo
armonioso”.

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