La prohibición del fentanilo para su uso farmacéutico afectaría los tratamientos y cuidados
paliativos, ya que se requeriría de una serie de cambios para usar otros fármacos –que
podrían ser igual de problemáticos en términos de adicciones– algunos de ellos más caros y
sin el alto nivel de potencia de este opiáceo 50 veces más potente que la morfina utilizado
como analgésico en el dolor intenso, alertó el doctor Camilo Ríos Castañeda, profesor de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) en la Ciudad de México (CDMX).
De acuerdo con el académico del Departamento de Sistemas Biológicos de la Unidad
Xochimilco de la UAM, esto también podría abrir la puerta al mercado negro para su uso
terapéutico, de ahí la importancia de la investigación científica para encontrar la mejor
opción si es que se quiere sustituirlo y buscar el desarrollo de combinaciones de
medicamentos que permitan demostrar su seguridad y eficacia.
El fentanilo es un fármaco cuyo efecto se da en unos receptores llamados opioides; dicho
compuesto fue sintetizado por una compañía estadounidense para su uso en pacientes
fundamentalmente con dolor de moderado a agudo y esa es la indicación terapéutica actual,
indicó.
En Estados Unidos se calculan 3.8 millones de prescripciones de este opiáceo por año,
mientras que en México se dan 43,933 recetas, de las cuales 49 por ciento fue por morfina,
siete por ciento por tapentadol, siete por ciento por oxicodona, siete por ciento por
metadona, 29 por ciento por fentanilo y uno por ciento por otros.
El doctor Ríos Castañeda sostuvo que hay que diferenciar dos tipos de fentanilo: el que se
produce y distribuye en forma ilegal y es responsable de miles de muertes en Estados
Unidos, y el farmacéutico, que cuenta con un permiso de autoridades sanitarias para su uso.
“Este último se emplea desde la década de 1970, es un medicamento restringido, lo cual
significa que no cualquier especialista puede prescribirlo; existe un control estricto en su
producción, distribución y almacenamiento, así como en su uso para el dolor asociado a
ciertos tipos de cáncer, o bien los anestesiólogos para inducir anestesia o posterior a la
cirugía para prevenir el malestar”.


Su uso no es indiscriminado y en general se aplica en periodos cortos, ya que si se emplea
de manera prolongada puede llevar a la adicción “o a lo que llamamos en farmacología, la
tolerancia, es decir, conforme una medicina de este tipo se usa cada vez por más tiempo, el
paciente requerirá dosis más altas para lograr el mismo efecto, en este caso, analgésico”.
Por ello, manifestó que es necesario separar el consumo legal del mercado negro en el que
este agonista es peligroso al ser fabricado en laboratorios clandestinos, sin una inspección
de calidad ni de la obtención o purificación del compuesto y con frecuencia está
contaminado con distintos productos haciéndolo más tóxico.
Para el doctor en Ciencias con especialidad en Farmacología, es fundamental diseñar
mayores restricciones a la importación de precursores en la síntesis de fentanilo para evitar
que en México o inclusive en Estados Unidos se lleve a cabo la síntesis de éste y otros
compuestos de la misma familia de opiáceos.
“También tener una mayor vigilancia de las importaciones para evitar que se desvíe para
usos ilegales, lo cual aparentemente sí está ocurriendo y, por otro lado, un control más
estricto para que no sea reportado que algún lote esté caduco y pueda llegar a los usuarios”.
El doctor Ríos Castañeda mencionó que en Estados Unidos se dio en fechas recientes una
prohibición parcial en el empleo de esta sustancia y hay gente que también apoya su veto en
el área farmacéutica. “La realidad es que no sabemos si eso va a solucionar el problema o lo tornará inclusive más grave, por lo que es esencial promover la investigación científica; los
especialistas del país debemos ver cuál es la posibilidad de crear combinaciones de
medicamentos”.
Un modo seguro de suplir el fentanilo a futuro sería buscar dichas composiciones para
hacer más potente el efecto analgésico sin volver más adictivo al producto, lo cual resulta
una tarea de indagación pendiente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *