La nube ha sido una herramienta clave para las empresas y trabajadores, ya que responde a
las necesidades de comunicación que demanda el home office y el trabajo híbrido.
A finales de marzo de 2020, el 80% de la población mundial residía en países donde se
habían adoptado medidas de confinamiento que obligaron a cerrar muchos lugares de
trabajo y en el peor momento de la crisis, en el segundo trimestre de 2020, unos 23
millones de personas teletrabajaron en América Latina y el Caribe, lo que representó entre
el 20% y 30% de los asalariados que estuvieron efectivamente trabajando. Antes de la
pandemia esa cifra era inferior al 3%, según estimaciones de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT).
En México, el 11 de enero de 2021 entró en vigor una reforma al artículo 311 de la Ley
Federal del Trabajo que regula el teletrabajo. El Artículo 330-A de esta ley establece que
para efectos de la modalidad de teletrabajo se entenderá por tecnologías de la información y
la comunicación al conjunto de servicios, infraestructura, redes, software, aplicaciones
informáticas y dispositivos que tienen como propósito facilitar las tareas y funciones en los
centros de trabajo, así como las que se necesitan para la gestión y transformación de la
información, en particular los componentes tecnológicos que permiten crear, modificar,
almacenar, proteger y recuperar esa información.
“En México el home office ha sido una práctica adoptada para limitar contagios por
COVID-19 y porque para muchas empresas ha representado diversas ventajas, entre ellas el
ahorro de tiempo y dinero en traslados a la oficina. Asimismo, la pandemia provocó una
variedad de cambios en las estrategias de trabajo remoto y en este escenario es
precisamente donde la computación en la nube ha jugado un papel clave, ya que ha
respaldado la nueva normalidad de las organizaciones y se adapta a la modalidad de trabajo
híbrido y a los horarios flexibles solicitados por los centennials o nativos digitales, quienes
ya forman parte de una nueva cultura laboral remota.
La nube brinda soluciones de software y hardware para conectar equipos sin fisuras,
además de ofrecer herramientas de productividad y colaboración para todas las formas de
trabajo”, comenta Santiago Jiménez Abad, cofundador y Chief Automation Officer (CTO)
de Nubosoft.
El desarrollo de la industria de la computación en la nube se ha expandido rápidamente en
esta nueva era de trabajo remoto. De hecho, Gartner predijo que el gasto global de los
usuarios finales en servicios de nube pública crecería un 20.4% en 2022 hasta un total de
494.7 billones de dólares, lo que evidencia el potencial de la nube para sobrevivir y
prosperar en la era digital.
Es por ello que las empresas, grandes, medianas y pequeñas han tenido que acelerar su
transición a la nube, sobre todo porque surgió un nuevo conjunto de objetivos y prioridades
comerciales, incluida la agilidad corporativa, la ciberseguridad y la gestión del home office.
“Tras la pandemia muchas empresas tuvieron que adaptarse y adquirir nuevas herramientas
de trabajo como videoconferencias, archivos colaborativos, entre otras, para poder trabajar.
La nube generó cambios que derivaron en poder tener esquemas híbridos de trabajo, pues
se demostró que con las herramientas adecuadas los colaboradores pueden realizar las
mismas tareas que hacían en la oficina, con sus excepciones, dependiendo la industria.
A medida que las organizaciones de todo el mundo adoptan el trabajo híbrido también buscan nivelar el campo de juego en todos los puntos de contacto de trabajo y colaboración,
quieren saber cómo establecer conexiones con sus equipos y garantizar que todos puedan
participar plenamente, independientemente de dónde o cómo se integren a una reunión o a
una sesión de intercambio de ideas”, refiere el cofundador de Nubosoft, empresa mexicana
que es Partner Premier de Google Cloud.
Una encuesta que Google aplicó a clientes de Workspace durante la pandemia reveló que
entre sus principales preocupaciones sobre el trabajo híbrido destacan las siguientes:
mantener a la gente productiva y comprometida, incluso cuando está fuera de la oficina;
evitar la fatiga de las reuniones; hacer que la experiencia de trabajo híbrido sea eficaz para
todos los empleados y garantizar que la experiencia en la oficina fomente la colaboración.
5 beneficios que ofrece la nube al home office y al trabajo híbrido
El cofundador de Nubosoft detalla algunos de los beneficios que la computación en la nube
ofrece al home office y al trabajo híbrido:
Almacenar y computar datos. Al hablar de la nube es importante recalcar la importancia
que tiene el manejo de datos de las empresas, su almacenamiento y poder tomar mejores
decisiones con análisis de datos a través de Machine Learning e Inteligencia Artificial (IA).
Seguridad. Google Workplace se basa exclusivamente en la nube y está diseñado para el
trabajo híbrido y remoto; evita que los datos confidenciales floten en archivos adjuntos o
aplicaciones de almacenamiento de terceros, y ofrece una sólida detección y protección
frente a amenazas.
Mayor productividad. Empresas en las que se ha implementado el uso de soluciones de
nube han reportado un incremento en su productividad, ya que los gerentes tienen tiempo
adicional para el servicio al cliente, se mejora la seguridad y se reduce el gasto en hardware
y software.
Trabajo en tiempo real. Los empleados y las organizaciones con mayor destreza digital
tienen 3.3 veces más probabilidades de lanzar, completar y gestionar proyectos. Las
herramientas intuitivas basadas en la nube que no dependen de la ubicación ayudan a los
empleados a colaborar sin problema.
Nuevas funciones de IA para crear, conectarse y colaborar. El pasado 14 de marzo, Google
anunció nuevas funciones de IA. Los trabajadores ahora pueden solicitar un resumen de una
cadena de correos creada con IA, escribir un resumen basado en correos recibidos, crear
una presentación, capturar notas durante una videollamada o personalizar mensajes para
clientes desde una base de datos.