Especialistas del Laboratorio de Ficología Aplicada de la Unidad
Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en Ciudad de México
(CDMX), trabajan con cianobacterias y microalgas como base para la elaboración de
biofertilizantes, lo que representa una alternativa ecológica al uso de agroquímicos que
contaminan suelos y ponen en riesgo la salud humana, sostuvo la doctora Mónica Cristina
Rodríguez Palacio.
La investigadora del Departamento de Hidrobiología de la citada sede académica dijo en
entrevista que, tanto gobiernos como comunidades científicas están en busca de nuevos
modelos agrícolas que permitan mejorar la calidad de vida y la seguridad alimentaria.
Estos esfuerzos se encaminan a la sustitución de pesticidas por opciones benéficas para el
medio ambiente y las personas, ante al empleo indiscriminado de fertilizantes que ha
ocasionado impactos negativos en los ecosistemas: el desgaste físico y la pérdida de
nutrientes, humus y actividad microbiana de la tierra, así como la salinización, todo lo cual
ha derivado en un decrecimiento de la productividad en la mayoría de los cultivos.


En el hábitat acuático provoca contaminación, eutroficación y florecimientos algales
nocivos, entre otros fenómenos que, en conjunto, contribuyen al cambio climático que el
mundo enfrenta, además de que las problemáticas por la pandemia de COVID-19 en cuanto
a la obtención y la distribución de alimentos, y la notable baja en la oferta de fertilizantes
químicos inducida por la guerra entre Ucrania y Rusia, agudizaron la necesidad de hallar
vías para cubrir los requerimientos del campo, sobre todo en países de América Latina.
Dichas sustancias amenazan la salud de los campesinos, quienes pueden padecer
enfermedades en la piel y los pulmones, entre otros órganos, por lo que “tenemos varios
años trabajando en el Laboratorio con cianobacterias y microalgas como biofertilizantes”,
con el objetivo de reemplazar los agroquímicos convencionales, aseveró la maestra en
Biología por la UAM.
Debido a la importante característica de fijación del nitrógeno atmosférico, las
cianobacterias tienen un potencial único para aportar a la productividad en materia
ecológica y agrícola, al ser utilizadas como biofertilizantes, ya que son componentes
esenciales biológicos que desempeñan un papel vital para mantener a largo plazo el buen
estado de los suelos.
Los beneficios que proveen las microalgas son también muy significativos, ya que
aumentan los poros del suelo con estructuras filamentosas; estimulan la generación de
fosfato y de compuestos adhesivos; secretan hormonas, vitaminas, aminoácidos; amplían la
capacidad de retención de agua y la biomasa después de su muerte y descomposición;
reducen la salinidad, y evitan el crecimiento de hierba mala alrededor de los plantíos.
Las cianobacterias y las microalgas son microorganismos muy interesantes que, en este
caso, son aislados de un suelo virgen, es decir, que no han tenido contacto con pesticidas ni
con otro tipo de químicos. En el Laboratorio son potenciados y aislados para crear cultivos
clonales que luego serán regresados al suelo, ya multiplicados, expuso la doctora en
ciencias.
El grupo de científicos comenzó a utilizar estos microcomponentes como biofertilizantes y
ha sido publicada una tesis de maestría relacionada con la siembra de maíz azul en la
Ciudad de México, con excelentes resultados en cuanto a producción, en comparación con
el empleo de químicos convencionales.
Muestras de superficie agrícola virgen fueron tomadas en varias partes del país y “hemos
obtenido microorganismos para cultivo en el Laboratorio que más tarde se reintroducen en
el suelo, justamente para optimizar los cultivos”.

El equipo de la UAM realiza la investigación Uso de biofertlizantes a base de microalgas y
cianobacterias como opción ecológica, económica y sustentable para comunidades de la
Mixteca de Oaxaca, cuyo objetivo es transferir esta tecnología a seis municipios de esa
región y monitorear los beneficios –incluidos los nutricionales– para lo cual se instalarán
módulos de labranza.
En vinculación con el Proyecto de Extensión Comunitaria, de la División de Ciencias
Sociales y Humanidades de la Unidad Iztapalapa de la UAM, “hemos podido llegar a
muchas colectividades marginales del territorio nacional y expandir estos procesos en las
localidades, ayudándolas a conseguir progresos en su labor y, por ende, en su
alimentación”.
La doctora Rodríguez Palacio comentó por otra parte que en el Laboratorio se desarrolla el
estudio Cultivo de microalgas, usos potenciales, con el que “buscamos identificar
aplicaciones de éstas en beneficio de las personas y del medio ambiente”. Los profesores
brindan capacitación sobre el mantenimiento de los microorganismos y cómo aplicar el
biofertilizante.
Con la transferencia de esta tecnología se espera lograr cosechas más económicas,
saludables y sustentables en la zona de la Mixteca oaxaqueña y que, con el paso del tiempo,
sea adoptada como propia y heredada a las generaciones futuras.

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