La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un estudio de mercado para prospectar el consumo que eventualmente habrá producto de la celebración del Día de las madres en México, señalando que los altos costos de los regalos impactará en el festejo.
Se detalla que una familia, por regalar una docena rosas y una bolsa de chocolates, en 2022 gastó un promedio de 230 y en 2023, al menos, gastará 286, registrándose un incremento de precio del 19.58%.
Hacer una carne asada en casa para 10 personas en 2022 representó un gasto 2,400 promedio, mientras que en 2023 tendrá un costo de 3,500, con un incremento de 1,100 por el aumento en el precio de la carne.
En tanto, celebrar a mamá en un restaurante costará 400 y la cuenta para diez personas se traduce en 4,000, lo que en 2022 fue de 3,000 en promedio.
Regalar ropa casual, blusa o vestido, representó en 2022 un gasto de 400 mientras que en el 2023 representará un gasto de 600. Unos tenis de marca tendrán un costo promedio de 1,900, lo que 2022 fue de 1500. Un perfume original en 2023 cuesta de 2,000 a 2,400, mientras que en 2022 costó de 1,600 a 1,800 pesos.
Un juego de collar y aretes de fantasía cuesta hasta 600 mientras que en el año pasado se conseguía en 300 pesos.
Consentir a mamá en su día con corte y tinte de cabello, arreglo de uñas, manicure y pedicure con masaje incluido en un spa puede costar hasta 2,500 pesos.
Algunas familias aprovechan esta celebración para reponer electrodomésticos descompuestos del hogar y hacerlo valer como un regalo a mamá. Los electrodomésticos que más se cambian son la lavadora y el refrigerador. Un centro de lavado en 2022 tuvo un precio promedio de 18,000, lo que hoy oscila entre los 25,000 y 30,000 al menos. Los refrigeradores más básicos no cantan malas rancheras, tienen un precio actual de 13,000, lo que en 2022 fue de 10,000.
El rol de las mamás se demostró con todo su esplendor ahora con la pandemia, pues la hicieron de todo, fueron maestras, proveedoras, trabajadoras domésticas, cocineras, psicólogas, enfermeras de primeros auxilios, garante de la armonía familiar, esposa, en fin, su quehacer familiar se multiplicó al mil y su omnipresencia solventó la crisis al ser un factor esencial para salir adelante de la pandemia del COVID-19.
Un mexicano bien nacido tiene en un pedestal a las madres. Hay una gran conciencia de que todo se le debe a ellas, por lo que el 10 de mayo es una de las fiestas del calendario de mayor penetración social; sin embargo, la factura económica de la pandemia le ha venido jugando una mala pasada a las familias mexicanas, ya que 6 de cada 10 madres de familia se han visto obligadas por necesidad económica a salir de casa para ir a trabajar.
Así como hacer muchas peripecias para conseguirlo: llevar a los niños para que los cuiden otras mamás en el mejor de los casos, encargárselos a una vecina, llevarlos a la guardería si es que les queda una cerca o en el camino, pedir a terceros que pasen por ellos a la escuela para llevarlos a la casa, hacer la comida desde la noche anterior, lavar y preparar la ropa en domingo, día de descanso.