La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó el fin de la emergencia sanitaria global por COVID19. Enfatizó que a pesar de que los casos de fallecimientos y enfermedades graves han disminuido, el virus SARS-CoV-2 sigue y seguirá circulando, por lo que es necesario permanecer vigilantes y vacunándose.

Por su parte, el gobierno de México anunció en el mismo sentido el fin de la emergencia mediante la firma de un decreto por parte del titular del Ejecutivo Federal este martes.

Por ello, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hace eco al llamado para contar con un plan de largo plazo. No es momento de bajar la guardia sino de aprender de las lecciones que dejó la emergencia para garantizar la no repetición de errores, y lo más importante, abocarse a construir un sistema de salud resiliente.

En el país, según datos oficiales, el manejo de la pandemia tuvo como saldo final 650 mil fallecidos, el cierre definitivo de por lo menos 1.6 millones de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMEs) y un aumento estimado de 3.8 millones de personas en pobreza.

Las cifras, dadas a conocer por la OMS, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), revelan que luego de tres años y tres meses de una dolorosa experiencia, el impacto económico, social y sanitario de la COVID en el gobierno y las empresas en México, fue severo.

Es importante señalar que el decreto oficial del fin de la emergencia no significa que la población esté fuera de peligro, sino que tenemos que estar conscientes de que el virus seguirá presente en nuestras vidas, que aún puede generar fallecimientos y continuará mutando, lo que mantiene latente el riesgo de que surjan nuevas variantes.

Ante el fin de la emergencia, la recomendación que hace COPARMEX es que COFEPRIS emita autorizaciones definitivas para asegurar la accesibilidad de las mejores vacunas y tratamientos disponibles tanto para el sistema de salud público como el privado y con ello evitar nuevos brotes de COVID-19. Debe permitirse a los ciudadanos acceder ya sea en los hospitales públicos, privados o en las farmacias a las mejores vacunas con que se cuenta a nivel internacional. Es imprescindible garantizar el derecho de los ciudadanos a decidir sobre su salud.

Por otro lado, se sabe que desafortunadamente la COVID-19 no será la última emergencia sanitaria global que enfrentara la humanidad, vendrán nuevas enfermedades que volverán a poner a prueba nuestros sistemas de salud, de ahí la importancia de avanzar en la construcción de sistemas de salud resilientes.

Se cuenta con las herramientas y la tecnología para preparar a la población ante la aparición de otras pandemias; para detectarlas a tiempo, dar atención inmediata, mitigar su impacto y evitar escenarios como el que vivimos del 2019 al 2023. La COPARMEX considera que el personal médico y de enfermería es clave, no debe volver a ser dejado a su suerte.

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