What Design Can Do (WDCD) ha anunciado a los trece proyectos ganadores del reto Hazlo Circular, que representan estrategias innovadoras para construir una sociedad más circular. Iniciada con el apoyo de la Fundación IKEA, ahora la competencia entra a una nueva fase: los finalistas obtienen un premio de €10,000 euros y un curso de capacitación diseñado para poder transformar sus ideas en acciones.
La tarea de seleccionar a lxs ganadores fue llevada a cabo por un jurado internacional compuesto de doce líderes expertos en diseño, acción climática y con un espíritu emprendedor, entre los que destacan Aidee Olmos (directora de Sostenibilidad Corporativa de HSBC México), Arthur Huang (fundador de Miniwiz), Bas van Abel (fundador de Fairphone), y Corine Gray (Unreasonable Group), entre otrxs.
Tras deliberar en línea y de manera presencial, el jurado seleccionó a trece ganadores de una lista de 50 nominados. Al final, la selección del jurado de los proyectos ganadores se basó en el hecho de haber sobrepasado las expectativas de los cinco criterios de la competencia: impacto, creatividad y diseño, viabilidad, adaptabilidad y trabajo en equipo.
“Este año el proceso de selección fue muy competitivo“, expresó el cofundador y director creativo de WDCD, Richard van der Laken. “No sólo por su compromiso e ideas innovadoras, sino también porque reconocemos cuán verdaderamente urgente y compleja es la transición hacia lo circular. Los proyectos ganadores lo reflejan en su diversidad y visión, y estoy ansioso de observar el impacto que tendrán, tanto en lo individual como en lo colectivo”.
El reto Hazlo Circular invitó a emprendedores creativos alrededor del mundo a crear productos circulares, servicios, espacios y sistemas que puedan ayudarnos a combatir el origen de la crisis climática. Se alentó a lxs participantes a enviar sus proyectos a una de las cinco categorías, las cuales representan distintas cadenas de valor clave e industrias: cómo empacamos, cómo construimos, cómo nos alimentamos, cómo vestimos y cómo compramos. Los trece proyectos ganadores se dividen en estas categorías, sin embargo, se encuentran íntimamente vinculados a los tres aspectos fundamentales de la circularidad: el diseño duradero, el trabajo con la naturaleza y la utilización de aquello que ya existe.
Lo primero se relaciona con poseer una visión a largo plazo, así como aprender a pensar sobre cómo los productos pueden ser diseñados en todo su ciclo de vida. Este acercamiento puede observarse en proyectos como Alterist Marketplace (Reino Unido), una plataforma comunitaria enfocada en productos reutilizados y mejorados; Nivogo (Turquía), una startup pionera en economía circular que restaura y recircula productos recolectados por usuarios y colegas; y Balena (Israel), un nuevo tipo de bioplástico duradero y compostable.
El segundo acercamiento es en el ámbito del trabajo con la naturaleza y en lograr un enfoque más humano al diseño. Esta fue una estrategia particularmente popular entre los proyectos ganadores como Mujō (Alemania), un empaque biodegradable hecho a base de algas marinas; Apidae (México), un sistema de cajas de cultivo para insectos polinizadores; CoolBricks (Países Bajos y Uganda), un ladrillo bioestabilizado fabricado con estiércol de vaca; Landless Food (Hungría), un proyecto que destaca el problema de la inseguridad alimentaria y que explora el potencial de las microalgas para regenerar familias de sabores extintos, así como revivir tradiciones culinarias; y Drinking Sea Water (Alemania), un dispositivo de purificación de código abierto que puede hacer cualquier agua bebible en un nivel doméstico.
Por último, también hubo proyectos enfocados en la reutilización y recuperación, con miras a cómo podemos crear un nuevo valor en materiales descartados o rechazados que ya existen. Entre ellos se encuentran Resortecs (Bélgica), una startup que desarrolla soluciones para un desmontaje y reciclaje textil; Guiding the Runoff (México), un proyecto de reutilización adaptable y renovación proveniente de Tijuana, México.
En particular, tres proyectos analizaron cómo los desechos de cultivos pueden ser usados para crear nuevos productos: Rethread Africa’s (Kenia) una solución textil que usa el residuo de la cáscara de maíz para reducir recursos y emisiones; Saathi (India) ofrece toallas sanitarias biodegradables hechas de fibra de plátano; mientras que Craste (India) crea empaques a partir de residuos de cultivos, usando tecnología de fibra circular.
Ahora comienza el trabajo para fortalecer cada idea ganadora profundizando su impacto potencial y poniéndolas en acción. Los 13 equipos ganadores recibirán €10,000 euros en financiación, así como acceso a un programa de desarrollo creado conjuntamente con Impact Hub Amsterdam.
Este programa inicia con un bootcamp de una semana y está hecho a medida para la combinación especial de agentes de cambio presentes entre los participantes. Lxs ganadores contarán con una tutoría dentro de las habilidades necesarias para convertir sus proyectos en un éxito.