En los negocios, hay conceptos que se transforman y se vuelven indispensables para el funcionamiento de las empresas. El compliance en ESG (environmental, social, and governance) es uno de ellos.
En la década de 1960, las inversiones socialmente responsables cambiaron el paradigma de los negocios. La ética y el cumplimiento de ciertos requerimientos tomaron importancia para los inversionistas, y nunca dejaron de acrecentarse.
Casi 50 años después, a mediados de los 2000, el concepto ESG (environmental, social, and governance) comenzó a transformar el orden empresarial.
El tema se instaló en la agenda principal, impulsado por las múltiples problemáticas en el mundo y las nuevas expectativas por cumplir. De 2021 a 2022, el número de ejecutivos, cuyo plan de trabajo incluía un equipo interfuncional dedicado a ESG, se elevó de 21% a 57%.
Con distintas industrias involucradas, directivos conscientes y miles de empresas compartiendo criterios y buscando resultados colectivos, la estandarización de los reportes de resultados ESG, se convirtió en el siguiente paso, imprescindible en la búsqueda de la mejor estrategia y procedimiento.
CIAL Dun & Bradstreet nos explica cómo los criterios ESG otorgan múltiples beneficios a las organizaciones, pero no serán aprovechados al máximo de no comunicarse y exponerse correctamente.
Registro tangible
Los informes ESG, obtenidos por medio de softwares, recopilación y análisis de datos, tienen como objetivo dotar a los inversionistas, y otros grupos de interés, de insights valiosos sobre los esfuerzos de sostenibilidad y adaptación de una compañía, así como sus próximas acciones y riesgos cercanos.
Los inversionistas tienen como tercera prioridad global para sus decisiones, solo detrás de la innovación y la rentabilidad, la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, protección de datos y una gobernanza corporativa eficiente.
Para garantizar que los factores de impacto medioambiental, sociales y de gobernanza no sean alterados en los informes, algunos gobiernos han recurrido a regulaciones que impulsan a las empresas a transparentar los criterios ESG.
En México, las empresas no están obligadas a dar a conocer este tipo de reportes, a nivel federal, aunque sí han existido iniciativas de ley para regular el terreno, tal como en 2020, cuando el Senado impulsó la Ley General de Responsabilidad Empresarial y Debida Diligencia Corporativa.
En Estados Unidos, por ejemplo, la Securities and Exchange Commission (SEC) decretó en junio de 2022, medidas de sanción para organizaciones que falseen información en sus reportes.
Otra región que cuenta con legislación al respecto es Europa, en donde la IFRS (Fundación de Normas Internacionales de la Información Financiera) y la GRI (Iniciativa de Informes Globales) crearon un acuerdo que sienta las bases de una estandarización global para reportes ESG.
Al no contar con un estándar de reportes ESG, distintas áreas, al interior de una organización, pueden sobreponer sus prioridades individuales, causando un sesgo en los resultados.
A gran escala, informes poco precisos, o con información difícil de comprobar pueden afectar la credibilidad de las empresas, la atracción de inversión y, en caso de escalar, dañar la reputación y su licencia social, indica CIAL Dun & Bradstreet.
Transformación sustentable
La estandarización o legislación de los criterios ESG impacta positivamente a las empresas, con beneficios que pueden ir desde la obtención de capital hasta la captación del mejor talento posible, además de prepararlas contra riesgos.
Las regulaciones estándares para informes ESG, así como su complimiento voluntario en los territorios que se mantienen sin legislación al respecto, protegerán a los stakeholders de prácticas fraudulentas, así como de otros riesgos financieros.
Un informe ESG eficaz, con claridad en la información y especialmente dirigido a los grupos interesados en conocer la posición de la empresa no solo generará oportunidades para dicha organización, sino también aportará a su transformación sustentable con datos y métricas de gran valor.