Ante un escenario en el que la población mundial crece a pasos agigantados, es necesario generar prácticas que promuevan la protección de cultivos, la generación de hábitats naturales y que mantengan la diversidad biológica. La agricultura sostenible es la única alternativa para garantizar la seguridad alimentaria y el cuidado de los recursos naturales y en esta tarea, la polinización, la biodiversidad y la coexistencia, son elementos fundamentales.
La acción de los polinizadores beneficia la producción de hasta el 75% de los cultivos utilizados directamente para consumo humano, lo que los convierte en parte vital de la cadena de valor alimentaria a nivel mundial. En el caso de México, el 85% de los cultivos que consumimos dependen de ellos y su presencia, sin duda alguna, contribuye con nuestro posicionamiento como el décimo primero productor de alimentos a nivel global y el tercer productor agropecuario en América Latina.
La cadena productiva de las abejas y la apicultura está conformada por cinco importantes eslabones: proveedores de insumos, productores o apicultores, acopiadores o comercializadores, transformadores (industria farmacéutica, cosmética, alimentaria) y comercializadores.
Tomando en cuenta su relevancia, Syngenta se ha transformado incluyendo iniciativas de sostenibilidad como parte de su DNA. Por eso, ha creado diversos programas que fomentan alianzas y acciones en favor del impulso y conservación de poblaciones de insectos polinizadores y benéficos en el sector agrario. Operación Polinizador, busca crear hábitats adaptados a las especies de insectos y a las diversas condiciones de las localidades y, actualmente, se trabaja en 25 cultivos en la región de Latinoamérica Norte, lo que ha permitido impactar positivamente más de nueve mil 500 hectáreas en temas de biodiversidad.
A través de su implementación, Operación Polinizador busca fomentar la biodiversidad con un impacto económico, en la medida en que armoniza el trabajo en el entorno agrícola con la labor de los polinizadores, ayudando a los productores a devolver los hábitats y alimentos a estos insectos de una manera sostenible. El programa, permite la creación de fuentes de alimentos y hospederos mediante márgenes funcionales de vegetación aledaños a los cultivos que favorecen:
Un aumento en el número de insectos benéficos y polinizadores.
Mejores rendimientos de cultivo, derivado de una mejor polinización.
Protección del agua y el suelo.
Soporte al Manejo Integrado de Plagas.
Concientización sobre la importancia del medio ambiente y los servicios ecosistémicos en el entorno agrícola.
Asimismo, como parte de su compromiso con el impulso de mejores prácticas en el sector, Syngenta lanza su más reciente módulo en #PROAgricultor, la plataforma de capacitación gratuita para profesionalizar al campo, titulado Coexistencia entre apicultura y agricultura, que busca fomentar el diálogo y la colaboración entre los responsables de ambas actividades productivas, la coexistencia y el beneficio mutuo.
“Sin la acción de los polinizadores, se reducirían la diversidad de alimentos y la actividad agrícola, ya que sin ellos probablemente desaparecerían el 60% de las frutas y las hortalizas, además de unas 25 mil especies de plantas con flores. Debemos impulsar el cuidado y preservación integral de dichos insectos, a través de buenas prácticas de coexistencia con la agricultura”, comentó Patricia Toledo, directora de Sostenibilidad y Asuntos Corporativos para Latinoamérica Norte.
Lo anterior, considerando que ante el reto que enfrentamos, resulta necesario ejercer una agricultura consciente, con visión de sostenibilidad que preserve y mejore la diversidad biológica y que, a través de métodos científicos, incremente el número de polinizadores y otros insectos benéficos para los cultivos, disminuyendo así, amenazas por virus, bacterias, otros insectos, el cambio climático, fallas nutricionales, disminución de hábitats y evitando malas prácticas.
“Estamos ante una oportunidad única de hacer conciencia y lograr que gobiernos, organizaciones y sociedad promovamos acciones para la correcta y activa protección de los polinizadores y sus hábitats, apoyando el desarrollo sostenible de la apicultura y por ende, el desarrollo integral de los sistemas agroalimentarios del mundo”, agregó Toledo.