La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reportó la variación de precios de los productos de la canasta básica del 15 de mayo al 15 de julio de acuerdo con el sondeo de mercado periódico mensual. En este periodo, la variación promedio nacional del precio de la canasta básica resultó de -1.49 por ciento, pasando de costar en mayo 1,719.17 a 1,693.48 pesos en junio, 25.69 más barato, lo que significa una ventaja marginal para los consumidores.
Los estados donde más aumentó el precio de la canasta básica fueron Baja California Sur con un aumento de 9.64 por ciento, Colima con 5.16 por ciento, Yucatán con 5.06 por ciento, Aguascalientes con 3.67 por ciento y Sonora con 1.68 por ciento.
Los productos y alimentos que más aumentaron fueron la pasta de dientes, que está en 31.74 pesos; el café soluble en 107.68; el jabón de lavandería en 38.93; la papa en 34.18 y el chocolate en 36.79. En tanto, la canasta básica más cara dejó de ser la de Tabasco, bajando a $1,515 en junio, siendo ahora las de Chihuahua con un costo de 1,867.10, Durango con 1,833, Guanajuato con 1,828, Morelos con 1,824.5 y Baja California Sur con 1,819.
“De este estudio de mercado, se puede desprender con toda claridad que el consumo básico y esencial de las familias mexicanas sigue estando encarecido y por encima de su poder de compra, por lo que se puede hablar de una mejora en la tendencia mas no en la constancia inflacionaria. Esto es debido a que en la cotidianidad, a la hora de hacer sumas y restas en los monederos de las amas de casa, no se sienten los 25 pesos más baratos de la canasta básica.
En los hechos, son difíciles de contar y encontrar. Lo que se debe decir es que, a medio año de este 2023, la inflación en México sigue estando al doble del rango objetivo del 3 por ciento originalmente previsto, así como la inflación alimentaria que, como dijera doña Goya: “esa es otra historia”, sigue estando por las nubes respecto al poder de compra de la mayoría de la gente”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Lo que se ve venir, en materia de gastos para los hogares, es lograr costear las graduaciones, el costo extraordinario que significa tener a los hijos durante las vacaciones en casa, las vacaciones de verano (campamentos, albercadas, visitas a familiares, cursos, etc.), todo aquello que los entretenga y distraiga. Contrario a la frase: “después de la tormenta viene la calma”, pasadas las vacaciones, se deberá sustentar el regreso a clases (útiles, uniformes, zapatos, etc.).