Los resultados de la más reciente expedición científica de la organización ambientalista Oceana en México revelaron que el Parque Nacional Arrecife Alacranes (PNAA) es el hábitat más importante para la vida marina en la Península de Yucatán. Alberga gran diversidad de corales y peces que sostienen la abundancia pesquera de la región.
Las investigaciones señalan que, en algunos lugares del arrecife, los corales se recuperaron favorablemente en los últimos 20 años. Gracias a ello hay una gran abundancia de peces, algunos de interés comercial, evidencia de que las Áreas Naturales Protegidas juegan un papel clave para la salud de los océanos y la pesca.
Se explicó que los arrecifes, además de proteger a las costas de fenómenos como los huracanes, también son sitios de reproducción y crecimiento de cientos de especies que son alimento e ingreso para miles de familias. Los datos obtenidos en la expedición de Oceana permiten entender y conocer los sitios críticos del PNAA y su importancia en la reproducción de especies de interés pesquero.
Renata Terrazas, directora Ejecutiva de Oceana en México dijo que “necesitamos proteger más y mejor al Arrecife Alacranes que es fuente de ingresos para más de 4 mil familias. Esto significa tener un enfoque social de la conservación, en el que se incorpore a pescadores ribereños en la toma de decisiones en beneficio de la comunidad y los mares mexicanos”.
“Nuestras investigaciones muestran que, en las últimas dos décadas, el 9 % del Parque Nacional Arrecife Alacranes ha recuperado cobertura coralina y las macroalgas han disminuido. Esto permite que otras especies puedan reproducirse y crecer ahí, incluidas la langosta y el pulpo, fundamentales para la economía de Yucatán”, señaló Miguel Rivas, director de la campaña Santuarios Marinos de Oceana en México.
Oceana ha realizado dos expediciones científicas al PNAA, auspiciadas por Blancpain, Sobrato Philanthropies y Fundación Wyss. Gracias a ello, podemos comparar cambios en la zona a través de los mapas generados por investigadores de la UNAM y la universidad de San Diego.
Sin embargo, el PNAA también enfrenta amenazas derivadas del calentamiento global, la presencia del pez león, una especie invasora que afecta al ecosistema, y la pesca ilegal. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), el gobierno local y las comunidades pesqueras han reforzado la inspección y vigilancia en la zona.
En su informe, Oceana presentó propuestas para fortalecer la protección del Arrecife Alacranes, las cuales ya dio a conocer a la CONANP y al Consejo Asesor del PNAA que incluye al sector pesquero. Entre las recomendaciones está reforzar la participación de las comunidades pesqueras para el manejo sustentable del Área Natural Protegida e implementar un monitoreo permanente para el control y erradicación del pez león antes de que cause daño irreversible al ecosistema arrecifal.
En su oportunidad, Claudia Lizaldi, embajadora de Oceana señaló que “cuidar a los océanos es cuidar de nosotras mismas, de nuestras familias y de las generaciones futuras porque nos dan la mayor parte del oxígeno que respiramos, generan empleos y alimentan a miles de familias mexicanas”.