Reporte Mensual de Banca y Sistema Financiero
1.           Banca y Sistema Financiero

Los saldos reales del financiamiento empresarial disminuyen su dinamismo

En abril de 2023, el saldo de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado no financiero (SPNF) registró un crecimiento real anual de 5.1% (11.6% nominal), el aumento de igual magnitud al del mes inmediato anterior. Si bien las tasas anuales nominales presentan una desaceleración en las carteras de vivienda y empresas, en términos reales, únicamente la cartera empresarial registra un menor dinamismo, mientras que el crédito a los hogares – consumo y vivienda – continuó acelerándose. En consecuencia, el crédito al consumo aportó 2.4 pp al crecimiento real anual de 5.1% en abril, mientras que las carteras de empresas y vivienda contribuyeron con 1.1 y 1.5 pp, respectivamente.
El crédito vigente al consumo registró un crecimiento real anual de 11.2% (18.2% nominal), incrementando una vez más su dinamismo respecto al mes previo (cuando se observó un crecimiento real de 10.3%). Los segmentos de tarjetas de crédito y crédito de nómina (37.7 y 26.4% de la cartera de consumo, respectivamente) son los principales motores de esta recuperación, con crecimientos reales de 15.6 y 10.6%. Por su parte, el financiamiento para la adquisición de bienes de consumo duradero (ABCD, 15.9% del crédito al consumo) aumentó 7.8% real anual, mientras que los créditos personales (15.9% de la cartera de consumo) registraron una variación real anual de 6.7%. El dinamismo de la cartera de consumo se ha sustentado principalmente en el dinamismo del empleo y el salario real, así como en la evolución del consumo privado hasta el mes de abril.
Por su parte, la cartera de vivienda registró una tasa de crecimiento anual en términos reales en marzo de 4.8% (11.4% nominal). Con el resultado del cuarto mes del año, se observa un aumento en el dinamismo de esta cartera por tercer mes consecutivo, debido al mayor dinamismo del segmento de vivienda media-residencial, y aun con una contracción mayor en magnitud en los saldos de financiamiento a la vivienda de interés social. El fin del ciclo de subidas en la tasa de interés de referencia podrían traducirse en un incentivo por parte de los agentes a disponer de este tipo de financiamiento, especialmente ante el buen desempeño que el mercado laboral que impacta con rezago el dinamismo de esta cartera.
Respecto al financiamiento empresarial (54.4% de la cartera vigente al SPNF), éste registró un crecimiento en términos reales de 2.7% (9.2% nominal), una desaceleración respecto al dato de marzo. No obstante, en abril, se incrementó el dinamismo de esta cartera en términos mensuales (1.0% vs. -0.3 promedio durante el primer trimestre de 2023, 1T23). El elevado costo de financiamiento, aunado a un relativo estancamiento de los ingresos empresariales (por ejemplo, en términos reales, el indicador de ventas nominales en tiendas totales de la ANTAD no presentó crecimiento real anual durante abril) podrían estar conteniendo un mejor desempeño de este tipo de financiamiento.
Las trayectorias inflacionaria y de tasas de interés parecen haber pasado ya un máximo y sus respectivas disminuciones podrían estimular la demanda por fondos prestables en los meses por venir, aunque también una condición necesaria para el crecimiento que se mantenga el dinamismo del sector real de la economía y así generar un mayor dinamismo real de los saldos de crédito bancario al SPNF.

Los depósitos a plazo fueron la principal fuente de impulso para la captación bancaria tradicional en abril

En abril de 2023, el saldo de la captación bancaria tradicional (vista + plazo) registró una tasa de crecimiento anual real de 0.2% (6.4% nominal), recuperando terreno positivo después de las caídas observadas en el 1T23, que en su conjunto promediaron -0.6%. Al dinamismo reportado en abril, los depósitos a plazo contribuyeron con 2.4 pp, que fueron suficientes para compensar la caída de 2.3 pp asociada a los depósitos a la vista. Destaca que, en el transcurso de 2023, los depósitos a plazo se han consolidado como la principal fuente de dinamismo de la captación tradicional.
Los depósitos a la vista registraron una variación anual real de -2.3% (2.7% nominal), acumulando cuatro meses consecutivos de reducciones. Parte de esta caída está asociada al impacto negativo de la valuación de los saldos denominados en moneda extranjera (M.E., 13.6% del total de los depósitos a la vista), que se han reducido por la apreciación del tipo de cambio. Adicionalmente, la reducción en el dinamismo de estos instrumentos también se explica por un efecto sustitución, pues los ahorradores han optado por asignar parte de sus recursos hacia instrumentos de mayor plazo, debido a las mayores tasas de interés ofrecidas por este tipo de depósitos.
Entre los tenedores de depósitos a la vista destaca la contracción de los saldos en manos del sector privado: en abril las empresas reportaron una caída en términos reales de 4.7%, mientras que para las personas físicas dicha caída fue de 6.3%. En ambos casos, la disminución fue mayor a la registrada el mes previo (3.3 y 5.7% respectivamente). El dinamismo observado en el consumo interno (que en marzo creció a una tasa de 3.4% en marzo), aunado al crecimiento sostenido del salario real (que incrementa parte de los costos de capital de trabajo para las empresas) podría explicar la desacumulación observada de recursos líquidos en lo que va del año. A pesar de la disminución que se ha observado en los saldos de depósitos a la vista en los primeros meses de 2023, destaca que, descontando los efectos contables de la inflación y el tipo de cambio, los saldos aún se encuentran 17% por encima del nivel observado en febrero de 2020.
En el caso de los saldos de depósitos a plazo, en abril de 2023 registraron un crecimiento real anual de 7.6% (14.3% real), acumulando cinco meses consecutivos de recuperación, a pesar de que, al igual que los depósitos a la vista, el efecto valuación del tipo de cambio (12.3% del saldo de estos depósitos se denomina en M.E.) ha restado impulso al dinamismo. Este buen desempeño está directamente asociado al ciclo de alzas en las tasas de interés, que ha incrementado el atractivo relativo de este tipo de instrumentos de ahorro. Entre los tenedores de depósitos a plazo destacan los saldos en manos de personas físicas que, en abril, alcanzaron una tasa de crecimiento real de 14.9%, el sexto mes con crecimientos de doble dígito en términos reales. Por su parte, las empresas registraron un crecimiento de 3.0% en el saldo de sus depósitos a plazo. Los únicos agentes que siguen reduciendo su ahorro a plazo son los otros intermediarios financieros (con una caída de -0.8% en abril) y el sector público no financiero (cuyos saldos registraron una contracción de -4.1% real). En adelante, un entorno de tasas de interés elevadas anticipa un período en el que los saldos de este tipo de ahorro seguirán consolidando su recuperación después de la profunda caída experimentada durante la pandemia. En particular, descontando el efecto de la inflación y el tipo de cambio, el saldo de los depósitos a plazo, aún se encuentra 7.7% por debajo del nivel observado en febrero de 2020.
Finalmente, dentro de las alternativas de ahorro financiero ofrecidos por la banca, destaca el favorable desempeño que han registrado los fondos de inversión de deuda (FIDs), que en abril reportaron una variación real a tasa anual de 10.9%, hilando 10 meses de crecimiento y logrando un dinamismo de doble dígito, nivel no observado desde julio de 2012. La estabilidad del tipo de cambio y un entorno con baja volatilidad han contribuido a impulsar el dinamismo de estos instrumentos, aún en un entorno de mayores tasas de interés.

Indicadores básicos de crédito muestran incrementos en términos reales para las carteras de consumo y vivienda

De acuerdo a la serie de Reportes de Indicadores Básicos (RIB) publicada por el Banco de México, se presentó un aumento en el saldo de crédito al consumo entre agosto de 2021 y agosto de 2022, con excepción de los créditos automotrices. Por su parte, el total de la cartera de crédito a la vivienda creció 2.5%, en términos reales, entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022, del cual, el saldo total de la cartera otorgada por la banca múltiple, representó el 22.6% de la cartera de crédito total de esas instituciones otorgado al sector privado no financiero (SPNF).
El mercado de tarjetas de crédito, principal producto de créditos al consumo, constituyó, en junio de 2022, el 37.0% de la cartera total del crédito al consumo, y registró un crecimiento del 3.2% en términos reales para ese período El índice de morosidad (IMOR) se estableció en 2.5%, mientras que el índice de morosidad ajustado (IMORA) alcanzó un valor de 9.7%. Las instituciones bancarias reportaron un total de 27 millones de tarjetas para personas físicas, que corresponden a un saldo total de crédito de 386.5 miles de millones de pesos (mmdp). Las características de la cartera comparable muestran una cartera total de 364.1 mmdp, de la cual los clientes no totaleros conforman 8.2 millones de tarjetas, con un saldo de crédito de 223.3 mmdp (61.3% del saldo de la cartera comparable total).
La participación del saldo de los créditos de nómina en el período comprendido entre diciembre de 2021 y 2022 tuvo un incremento de 9.3% real, con un saldo total de 321.1 mil millones de pesos, manteniendo su participación en la cartera de crédito al consumo respecto al año anterior y representando el 26.6% de la cartera total. De los 5.4 millones de créditos de nómina totales, la cartera comparable otorgada en el año 2022 estuvo constituida por 2.6 millones de créditos de nómina y representaba un saldo de 192.0 mil millones de pesos, donde destaca el incremento de 62 puntos base (pb) de la tasa de interés promedio ponderado respecto al mismo período del año anterior, ubicándose en 27.5%.
De acuerdo con el análisis por subconjuntos de los créditos de nómina, podemos observar una relación inversa entre los montos de los créditos y la tasa de interés; es decir que, para los créditos de nómina de mayor monto originados durante 2022, la tasa de interés promedio es menor, en ese tenor, los créditos de más de 120 mil pesos representaron el 80.0% del saldo total. De manera similar, se observa que la tasa promedio, disminuye conforme el plazo otorgado aumenta.
Para el caso de créditos personales, el saldo aumentó 6.1% en términos reales y representó el 16.9% de la cartera de crédito al consumo en agosto de 2022, registrando un aumento de 0.3 puntos porcentuales (pp) respecto a su participación en el año anterior. El número de créditos personales otorgados entre septiembre de 2021 y agosto de 2022 ascendió a 7.6 millones, con un saldo de 104.7 mil millones de pesos, cuya tasa de interés promedio ponderado fue 2.4 pp mayor que la tasa del mismo período del año anterior, y cerrando en 46.4% en agosto de 2022.
El 13.7% de la cartera total de crédito al consumo, correspondiente al crédito automotriz, se contrajo a una tasa real anual de 6.9% siendo el único tipo de crédito al consumo que presentó un decremento para el período comprendido entre abril de 2021 y abril de 2022. La cartera total estuvo conformada por 1.5 millones de créditos, correspondientes a un saldo total de 220.2 mmdp, donde la cartera comparable para abril de 2022 presentó un saldo de 187.8 mmdp y una tasa de interés promedio ponderado por saldo de 13.1%. Respecto a la segmentación de la cartera comparable por institución, las tasas de interés promedio ponderado por saldo de las instituciones asociadas a financieras de marca han sido superiores a las de la banca tradicional en todos los meses observados.
El mercado de créditos a la vivienda de la banca comercial experimentó una evolución positiva entre septiembre de 2021 y septiembre de 2022, creciendo un 2.5% en términos reales y, en septiembre de 2022, constituido por un saldo de 1,078.7 mmdp otorgados en 1.4 millones de créditos. Los créditos para adquisición de vivienda, que representan el 82.6% del total del saldo de la cartera comparable, cuyo saldo otorgado por la banca comercial ascendió a 210.9 mmdp durante el período octubre 2021-septiembre 2022, registraron una tasa de interés promedio ponderado de 9.2%, y estuvieron conformados en un 43.5% por los créditos otorgados para adquisición de bienes inmuebles residenciales, 40.9% para vivienda media y 15.6% para vivienda de interés social.
En cuanto a las tasas de interés, los tres segmentos de financiamiento a la vivienda presentaron incrementos durante el tercer trimestre de 2022, donde la tasa de interés promedio ponderado correspondiente a la vivienda de interés social se ubicó por encima del resto, seguida de la vivienda media y vivienda residencial con tasas de 9.5, 9.3 y 9.0% respectivamente.

En México, el ahorro financiero total cayó 4.1%

El 17 de mayo de 2023, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) publicó el Reporte de Ahorro Financiero y Financiamiento en México, con datos a septiembre de 2022. El reporte destaca que, en el 3T22, el ahorro financiero total presentó una contracción real anual de 4.1%, y llegó a representar 95.0% del PIB. Asimismo, el financiamiento total registró una disminución real anual de 2.7%, llegando a representar 97.5% del PIB.
El ahorro externo mostró una contracción real anual de 12.7%, llegando a representar 23.3% del PIB en septiembre de 2022. Por destino, los recursos del exterior recibidos por el sector público equivalieron a 14.8% del PIB, mientras que el captado por el sector privado representó 8.5% del PIB. En cuanto a su composición como porcentaje del PIB, los títulos emitidos en el extranjero participaron con 11.7%, los créditos obtenidos en el extranjero con 6.0% y los valores emitidos en México en manos de no residentes con 5.5%, una proporción menor a la registrada en trimestres anteriores.
Por su parte, el ahorro financiero interno cayó 0.9% real anual al cierre del 3T22 y aumentó su participación en el PIB a 71.7% (desde el 69.2% registrado al cierre del 2T22). La tenencia de valores de renta fija y certificados bursátiles fiduciarios (CBFs, 35.9% del PIB) presentaron una caída real anual de 3.1%, mientras que la captación de los intermediarios financieros (35.8% del PIB) aumentó 1.5%. Dentro de este apartado, la banca múltiple concentra la mayor parte de los recursos captados con saldos que representan el 22.9% del PIB, mientras que el Infonavit y la banca de desarrollo equivalen al 5.5% y 3.5% del PIB, respectivamente.
En cuanto al financiamiento, el componente externo registró una contracción real anual de 9.2%, llegando a representar 17.7% del PIB, destinado al fondeo externo al sector privado (8.1% del PIB), el cual disminuyó 9.7% en términos reales y al fondeo externo al sector público (9.6% del PIB), el cual registró una variación anual real de -8.7%.
Por tipo de financiamiento desde el exterior, los valores de renta fija emitidos en el extranjero fueron equivalentes a 11.7% del PIB, mientras que los créditos del exterior representaron 6.0% del PIB, proporciones menores a las registradas al cierre del 2T22. Por su parte, el financiamiento interno presentó una contracción real anual de 1.1%, alcanzando 79.8% del PIB. En septiembre, por tipo de financiamiento, la emisión de deuda interna y certificados bursátiles fiduciarios (45.5% del PIB) cayó 2.2% real anual, mientras que la cartera de crédito total (34.3% del PIB) aumentó 0.5%.
El financiamiento total al sector privado (44.5% del PIB) se compuso principalmente por el crédito de la banca múltiple (18.4% del PIB), seguido del crédito de otros intermediarios financieros (10.8% del PIB), la emisión de deuda en el extranjero (5.8% del PIB), la emisión de deuda interna y CBFs (5.5% del PIB), los créditos del exterior (2.3% del PIB) y la banca de desarrollo (1.1.7% del PIB). Por su parte, el financiamiento al sector público (52.9% del PIB) se conformó por la emisión de deuda interna y CBFs (40.0% del PIB), seguida por la emisión de deuda en el extranjero (5.9% del PIB), los créditos del exterior (3.7% del PIB), los créditos de la banca múltiple (2.3% del PIB) y la banca de desarrollo (1.2% del PIB).
Como en períodos anteriores, la menor magnitud de la contracción del financiamiento interno ha implicado una recomposición en detrimento de las fuentes externas. En cuanto al ahorro, el componente externo presenta la mayor contracción, implicando una recomposición similar a la del financiamiento. Destaca que la captación de la banca múltiple mitigó el crecimiento del ahorro interno en México, presentando una caída anual real de 0.4%.
El reporte presenta también datos informativos de entidades no financieras. Por una parte, las tarjetas de crédito no bancarias redujeron sus saldos en -0.5% real anual en el 3T22, mientras que el crédito de proveedores a emisoras de la BMV lo hizo 4.9%, quizá reflejando un cierto grado de sustitución de estas fuentes por crédito bancario.

Incremento de la tasa de interés en un entorno de crecimiento económico, explica el reciente cambio en la composición del ahorro financiero en México

El más reciente Informe Trimestral de Inflación de Banxico dedicó uno de sus recuadros a analizar el cambio en la composición del ahorro financiero de los hogares en México. En particular, el recuadro se centra en cuantificar el efecto de incremento en la tasa de interés sobre la composición entre depósitos a la vista, o de elevada liquidez, y depósitos a plazo en el período entre 2006 y 2022.
Para ello, se estima un modelo de la demanda de dinero en sentido amplio, el cual, en términos generales, incluye al PIB para capturar el motivo transaccional de la demanda de dinero y la tasa de interés efectiva de los depósitos a plazo para capturar el motivo especulativo de la demanda de dinero.
El recuadro encuentra una relación negativa y significativa entre la tasa de interés de los depósitos a plazo y el saldo en términos reales de los depósitos y una relación positiva con el saldo de los depósitos a plazo. A partir de esta relación se puede explicar el incremento de los depósitos a plazo a costa de los depósitos a la vista, ante el reciente ciclo de tensionamiento monetario. Adicionalmente, encuentra una relación positiva y significativa tanto del saldo en términos reales de los depósitos a la vista, como de los depósitos a plazo con el PIB, lo cual valida la hipótesis del motivo transaccional de la demanda de dinero.
Finalmente, el recuadro realiza un ejercicio de backtesting para cuantificar cuál habría sido el comportamiento de los depósitos a plazo y a la vista si no hubiera tenido lugar el ciclo de tensionamiento monetario. La conclusión es que, de haberse mantenido las tasas de interés sin cambio, el saldo de los depósitos a la vista hubiera registrado un crecimiento real anual de 8.4 puntos porcentuales mayor de lo observado, mientras que los depósitos a plazo hubieran registrado un crecimiento real anual 7.0% menor.

  1. Mercados Financieros

Alineación paulatina de las expectativas del mercado con las proyecciones más restrictivas de la FED. El peso, en su nivel más fuerte desde 2015

Las proyecciones de alzas adicionales para la tasa de interés por parte de los miembros del FOMC marcan la culminación de un proceso, desarrollado entre mediados de mayo y junio, en el que los participantes de los mercados financieros alinearon sus expectativas de la tasa de fondos federales con las proyecciones del Banco central norteamericano.
Después de varios meses, y una vez que quedó atrás el tema de la renegociación del techo de deuda en EE.UU., los datos por encima de lo esperado de empleo y una mayor persistencia de la inflación subyacente, dieron fuerza a la enfática comunicación de los miembros del FOMC, y llevaron paulatinamente al mercado a incorporar nuevas alzas para los próximos meses y a prácticamente eliminar del escenario más probable los recortes a la tasa de interés para el 2023.
Este proceso de alineación de expectativas se reflejó en un nuevo incremento de las tasas de interés en el mercado de renta fija gubernamental norteamericano. Entre el 15 de mayo y el 13 de junio, el rendimiento a vencimiento del Bono del Tesoro a 2 años se incrementó 66 puntos base (pb), con lo cual se ubicó nuevamente por encima del 4.65%, su mayor nivel desde principios de marzo.
En este mismo período, el rendimiento a vencimiento del bono del Tesoro a 10 años se incrementó 31 pb, lo que llevó la pendiente (2y-10y) a su menor nivel (-0.85%) desde principios de marzo, justo antes de la quiebra del Silicon Valley Bank.
En México, los incrementos fueron mucho más moderados, dada la pausa monetaria ya confirmada por parte de Banxico y ante una inflación general que muestra una tendencia clara a la baja, si bien el componente subyacente ha resultado con una elevada persistencia. En efecto, entre mediados de mayo y el 13 de junio, el rendimiento a vencimiento del Mbono a 10 años se incrementó en 11 puntos base, para cerrar el período mencionado en 8.9%, considerablemente por debajo del 9.4% que se alcanzó a finales de febrero.
A diferencia del mercado de renta fija, en el mercado de renta variable norteamericano se presentaron relevantes avances para los principales índices ante el repunte de las empresas tecnológicas. El catalizador en esta ocasión fue el incremento en las expectativas de ingresos para la segunda mitad del año por parte de Nvidia, ante la mayor demanda esperada por componentes y servicios relacionados con la inteligencia artificial.
De esta manera, entre el 15 de mayo y el 13 de junio, se registraron alzas de 9.8 y 5.6% para el Nasdaq y S&P500, respectivamente. Estos incrementos estuvieron muy por encima del desempeño del benchmark de esta clase de activo a nivel global y de otras latitudes (véase gráfico 1), dada la concentración de las empresas tecnológicas en el mercado norteamericano. Para el IPC de la BMV se registró un retroceso de 1.2% en el período mencionado, cifra por debajo del benchmark para los mercados emergentes (véase gráfico 1). Este comportamiento diferenciado de los principales índices norteamericanos respecto al desempeño del mercado de renta fija, llama la atención en un entorno con expectativas de recesión. No obstante, es relevante considerar que la mayor parte de las ganancias mencionadas se concentran en un grupo reducido de acciones y no se puede hablar que representen el desempeño del mercado corporativo en EE.UU.

En lo que respecta al mercado cambiario, nuevamente hay que destacar el comportamiento del peso. La divisa mexicana se apreció 1.2% entre el 15 de mayo y el 13 de junio, lo que llevó al tipo de cambio a cotizar en 17.2 pesos por dólar, su menor nivel desde 2016. Con ello el peso acumula una apreciación de 11.7% en lo que va del 2023 y se ubica como la divisa más apreciada en el grupo de monedas de mercados emergentes.

Finalmente, las expectativas de una recesión para este año, así como una recuperación menor a la esperada tras la apertura por parte de la economía china, influyeron en la caída de 1.8% del benchmark de materias primas entre el 15 de mayo y el 13 de junio. Hay que destacar que, a pesar de la caída del subíndice de energía y del precio del Brent en el período mencionado, el precio de la mezcla mexicana de petróleo tuvo un alza de 1.0%.

La alineación de las expectativas del mercado con las proyecciones de la FED parece dejar atrás el escenario de un elevado tensionamiento de las condiciones crediticias tras la turbulencia bancaria de hace algunos meses. Ahora la atención pudiera centrarse en hasta qué punto la economía norteamericana mantendrá su buen paso a pesar del significativo ciclo de tensionamiento monetario, en un momento en que varios participantes del mercado comienzan a reducir las probabilidades de recesión este año. Obviamente, de igual atención será la reacción de la FED si este escenario se materializa, particularmente si se mantiene la persistencia que ha mostrado la inflación subyacente hasta este momento.

 

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