Carlos Naira, CEO del emprendimiento queretano Yunno, detalló que es vital que las personas tengan una sana alimentación, que al mismo tiempo permite colaborar en la mitigación del cambio climático.

Detalló que esta marca nacida en 2018, tiene la misión de llevar desayunos nutritivos a los municipios de la zona urbana de la capital de Querétaro. Labor que desempeñan con una investigación con nutriólogos y que brinda acceso a las personas de los nutrientes, vitaminas y minerales que se necesitan para el inicio del día.

Explicó que las prisas del día a día, provoca que las personas salgan a la carrera a sus fuentes de trabajo o las escuelas, impidiendo que desayunen en sus hogares y el desayuno para llevar de Yunno –que se expende en diversos centros de autoservicio y en Internet-, permite que los queretanos tengan acceso a un alimento sano y que les ayuda a una sana alimentación como evita la generación de residuos plásticos como unicel en las calles.

Este emprendimiento ha logrado la colocación de unos 6 mil desayunos mensuales en la capital queretana con perspectiva de crecer a otros municipios en la entidad, así como a los estados de Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Guanajuato.

Afirmó que el tema no es invitar a la gente para que cambie su desayuno tradicional en las calles por un snack, sino que apueste a un producto con insumos locales que le brinden salud personal.

Detalló que el sector de alimentos para llevar que se expenden en Querétaro como otras entidades, tipo catering deben apostar a la nutrición de las personas como ser sistemas sustentables con sus bolsas, cajas y que las porciones de alimentos no generen muchos contaminantes.

De acuerdo con datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la organización británica sobre residuos WRAP, cerca del 6 por ciento de las pérdidas y desperdicios mundiales de alimentos se produce en América Latina y en el Caribe. En México se desperdician 94 kg por persona al año, según datos del informe.

Uno de los orígenes de este desperdicio de comida son los servicios de alimentos a empresas y eventos, conocidos como “caterings”, ya que en dichos servicios sobra entre el 20 y 50 por ciento de los alimentos que se reparten según cifras de Equoevento.

Y además del desperdicio de comida que se realiza en cada evento, hay que tomar en cuenta la huella hídrica que significa la organización y limpieza que estos implican: desde la elaboración de los alimentos hasta la limpieza de las herramientas de trabajo para llevar la mejor experiencia de catering a los comensales.

“Somos conscientes de la huella que deja en el ambiente lo que hacemos. Según datos de la FAO, el desperdicio de alimentos influye en el desarrollo del cambio climático al ser responsable del 8 por ciento de emisiones de las emisiones GEI.

Por ello, hemos querido apegarnos a la definición de evento sustentable del PNUMA que habla sobre minimizar los potenciales impactos negativos ambientales para dejar un legado para la comunidad anfitriona y todos los involucrados, y llevar este concepto a cada paso que damos en la elaboración y repartición de nuestros alimentos”, comentó Sebastien Roucher, CEO de AMATI box.

En función con la cifra que muestra que el 40% del desperdicio de alimentos se realiza en empresas orientadas a la hospitalidad y que el desperdicio de alimentos consume hasta en 21 por ciento del agua dulce de todo el planeta, dicha empresa ha desarrollado una serie de consejos para que los corporativos sean más sustentables:

Para hacer realidad estos preceptos se debe adaptar el concepto del Zero Waste basado en 7 principios R: reducir, reutilizar, reparar, reubicar, reciclar, reincorporar y rechazar. En ese sentido, lo que está haciendo la empresa es construir un programa para recuperar sus box y las botellas. Los box son recuperados por ECOCE y al ser biodegradables tienen una vida de 6 meses, lo que hace que se puedan degradar más fácil en el ambiente.

Utilizar productos locales y frescos que no vengan contenidos en demasiados empaquetados; Clasificar los residuos para facilitar su reciclaje; Usar en la medida de lo posible envases que puedan reciclarse o ya sean parte de un ciclo de reciclaje; Evitar el desperdicio de alimentos mediante la planificación de la cantidad de comida que se repartirá y estar pendiente de los cambios en cuanto a la cantidad de personas que la recibirán.

Si sobra comida, se puede compartir con personas en situación vulnerable o enviarse a organizaciones que puedan repartirla entre este sector de la población; Buscar proveedores comprometidos y empresas respetuosas con el medio ambiente.

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