El tema de los gases siempre ha sido chistoso y vergonzoso, incluso hasta ofensivo. Su repugnante olor nos toma por sorpresa e insulta los sentidos. Por otro lado, es una necesidad fisiológica el tener que liberarlos. Pueden anunciar su presencia tanto con un sonido tronador como con una especie de melodía cómica.

A veces, y para suerte del perpetrador, su culpa puede pasar sigilosamente desapercibida. Tirar gases de cualquier manera es considerado socialmente una conducta grosera y cruda. Es algo que simplemente no se hace alrededor de otras personas.

El acto tiene un sinnúmero de expresiones dependiendo de la región: pedorrearse, tirarse un pedo, soltar un viento, echarse un concierto, etc. Una manera más formal de describirlo sería “expulsar gases”.

Es un hecho que hemos desarrollado una fascinación en la que todos seguimos siendo niños pequeños cuando hablamos del tema de la flatulencia, siendo que en realidad es una de las funciones más básicas del cuerpo.

“La flatulencia es un proceso fisiológico completamente natural que ocurre cuando las bacterias del intestino grueso intentan metabolizar algunos componentes de la dieta que no son metabolizables. Estas reacciones químicas liberan gas, que a su vez tenemos que expulsar o de lo contrario explotaríamos”, afirma el Dr. Eamonn Quigley, gastroenterólogo del Hospital Houston Methodist.

Eructar ocurre principalmente para expulsar el gas que tragamos por la boca y que se encuentra en el tracto gastrointestinal superior (esófago y estómago). La flatulencia por otro lado, se refiere al desecho de gases generados en el tracto gastrointestinal inferior (intestino grueso).

La mayoría de los gases pasan desapercibidos porque no huelen. Pueden contener sustancias inodoras como nitrógeno, oxígeno, hidrógeno, dióxido de carbono y metano. Sin embargo, hay una porción que se compone de hidrógeno sulfatado, que genera ese olor a huevo podrido. Este compuesto es un desecho de las bacterias intestinales en su afán de ayudar a digerir lo indigerible. Hay otros factores que contribuyen a los gases de olor fétido, como los subproductos de la digestión de la carne o bien, por el hecho de que haya heces fecales presentes en el recto al paso de la flatulencia.

Algunos ejemplos de alimentos asociados a la flatulencia:

–  Azúcares como la glucosa (azúcar de mesa), lactosa (azúcar de la leche) y fructosa (azúcar de la fruta)

–  Frijoles, incluidos frijoles negros, rojos y pintos

–  Bebidas, como el jugo de manzana y la leche

–  Productos lácteos, como el queso y el helado, así como alimentos con lactosa añadida

–  Fruta, como las manzanas, las peras y las ciruelas pasas

–  Alcohol de azúcar que se encuentran comúnmente en caramelos y chicles sin azúcar, incluidos sorbitol, manitol y xilitol

–  Verduras, como espárragos, brócoli, col, coles de Bruselas, pepinos, cebollas y zanahorias.

–  Cereales integrales, incluidos salvado y trigo integral

“Algunas personas tienen dificultades para metabolizar los azúcares y los carbohidratos. Si el paciente tiene una afección como el síndrome del intestino irritable (SII), entonces podemos recomendar una dieta baja en FODMAP”, dice el Dr. Quigley.

Los FODMAP (oligosacáridos, disacáridos y monosacáridos fermentables y polioles) son los tipos de carbohidratos que pueden crear problemas digestivos, como gases, dolor abdominal, distensión abdominal, estreñimiento y diarrea.

Las condiciones que provocan exceso de flatulencia suceden a través de varios mecanismos. La intolerancia a la lactosa y la enfermedad celíaca causan gases e hinchazón porque el cuerpo tiene problemas para digerir los carbohidratos. Otras condiciones, como las adherencias abdominales, la hernia abdominal y el síndrome de dumping, provocan cambios en la forma en que el gas se mueve a través de los intestinos.

Además, las personas que viven con diabetes pueden desarrollar gastroparesia, que provoca un funcionamiento anormal del estómago, siendo uno de los síntomas el exceso de gases. Además, se debe consultar la lista de efectos secundarios de los medicamentos, tanto recetados como de venta libre. Algunos medicamentos como el ibuprofeno y los antiácidos pueden causar un aumento en la flatulencia.

Datos divertidos sobre pedos

–  Las mujeres lo hacen más que los hombres. Sin embargo, son mucho más discretas al hacerlo

–  Los humanos expulsan gases entre 13 y 21 veces al día.

–  Los pedos pueden ser inflamables, si contienen hidrógeno y metano.  (Bajo ninguna circunstancia intentes realizar algún tipo de prueba al respecto).

–  De acuerdo con un informe de la NBC, una vez liberados, los gases pueden viajar alrededor de 3 metros por segundo o aproximadamente 11 kms por hora

–  El chiste más antiguo registrado de pedos se remonta al año 1900 a.c.

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