Datos del estudio internacional ACTION teens demostraron que existen grandes diferencias entre las actitudes, percepciones y comportamientos de los adolescentes que creen que no pueden controlar su apetito. En algunos casos, esto estimuló cambios de comportamiento proactivos en los adolescentes, como registrar los alimentos que comieron, visitar a un nutriólogo o hablar con un médico especializado en control de peso. Sin embargo, a otros les causó grandes problemas de autoestima e infelicidad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2021, en México la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población adolescente de 12 a 19 años fue de 42.9 por ciento. Entre ellos, el 91.7% reportó consumir bebidas endulzadas de manera habitual, mientras que sólo el 77.94% reveló que prefiere el consumo de agua.
Los investigadores del estudio ACTION teens señalaron que todas las personas con obesidad, independientemente de sus niveles de apetito, tienen que lidiar con factores genéticos y biológicos que están fuera de su control, los cuales hacen que la pérdida de peso sea extremadamente difícil.
La Dra. Nayely Garibay, especialista en endocrinología pediátrica del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” e investigadora de ACTION teens, explicó que la obesidad es una enfermedad crónica, progresiva y recidivante. “La pérdida de peso activa cambios hormonales que incrementan el apetito y promueven la recuperación de peso.”
En un subanálisis, el estudio ACTION teens exploró actitudes, percepciones y conductas entre adolescentes que viven con obesidad y que consideran o no al apetito como una barrera para la pérdida de peso.
El 38% de los 5 mil 275 adolescentes que participaron en el estudio ACTION teens consideraron al apetito como una barrera para la pérdida de peso. Una proporción importante de ellos eran mujeres y tenían un pariente directo con sobrepeso.
Los adolescentes que consideraron al apetito como una barrera contra la pérdida de peso, indicaron que en sus casas hay disponibilidad de vegetales, frutas, botanas y bebidas azucaradas, y que ellos y sus familias piden comida para llevar con frecuencia. Un menor porcentaje del grupo de adolescentes que no consideró al apetito como una barrera, indicó que a su familia le gusta que hagan ejercicio juntos.
En el estudio ACTION teens un mayor porcentaje de los adolescentes con obesidad que percibieron al apetito como una barrera (90%), consideró que su peso estaba arriba de lo normal, en comparación con los adolescentes con obesidad que no vieron al apetito como una barrera (68%).
Entre los adolescentes con obesidad que percibieron al apetito como una barrera, un menor número reportó sentirse cómodo con su cuerpo (19%) y satisfecho con su peso (14%), mientras que un número más grande de ellos (56%) indicó que su peso los hacía infelices. En contraste, entre los adolescentes con obesidad que no consideraron al apetito como una barrera, 42% reportó sentirse cómodo con su cuerpo, 38% indicó sentirse satisfecho con su peso y 36% señaló que su peso los hacía infelices.
Además, entre los adolescentes con obesidad que consideraron al apetito como una barrera, 85% reportó estar preocupado respecto a su peso y 44% indicó estar muy preocupado de que su peso afecte su salud en el futuro.
Al respecto, la Dra. Garibay comentó que “es muy fácil juzgar a los adolescentes con exceso de peso como perezosos, y rechazarlos por ello, o pensar que el exceso de peso simplemente se les pasará con la edad. La realidad es que los factores desencadenantes y entornos que favorecen el aumento de peso varían enormemente en los jóvenes, a lo largo de las diferentes etapas de su adolescencia, y entre chicas y chicos. Los últimos resultados de ACTION teens son una prueba más de la complejidad de la obesidad y la imperiosa necesidad de comprender la situación de cada individuo para ayudar mejor a nuestra generación joven.”