La industria de la moda es de las más rentables en México, año con año los grandes consorcios, corporativos, marcas globales, tiendas departamentales y grandes cadenas de supermercados obtienen ganancias multimillonarias; sin embargo, millones de personas que trabajan dentro de ese sector padecen maltrato salarial y lamentables condiciones laborales.
Por segundo año consecutivo, la organización civil Acción Ciudadana Frente a la Pobreza realiza un análisis de las condiciones laborales de millones de mexicanas y mexicanos en la industria de la moda, con base en datos oficiales y recientes del INEGI y del IMSS.
En 2022, el primer reporte “La precariedad está de moda” mostró las condiciones laborales que producen pobreza en los sectores dedicados a la fabricación y comercialización de prendas de vestir, incluyendo las tiendas departamentales y supermercados.
Este nuevo reporte titulado “La precariedad no pasa de moda”, actualiza los datos, amplía la información y reitera la agenda de propuestas para impulsar el cumplimiento del derecho humano al trabajo en esa industria.
Actualmente, la industria de la moda ocupa a 3.1 millones de personas; de ellas, al menos 2.3 millones (72 por ciento) carecen de ingreso laboral suficiente para superar el umbral de pobreza; es decir, ganan menos de 8,600 pesos al mes.
Además, 1 millón trabaja jornada excesiva superior a 48 horas a la semana, al menos 1.3 millones carecen de afiliación al seguro social (53 por ciento) y 216 mil están subocupadas.
Del universo de personas que trabajan en esta industria, 2.2 millones tienen un empleo subordinado y asalariado; aun así, el 32 por ciento carece de seguro social y 24 por ciento no tiene prestaciones. Por si fuera poco, el 41 por ciento carece de contrato estable y la inmensa mayoría, 93 por ciento, carecen de organización sindical.
De acuerdo con el reporte de 2022 de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, (que integra datos al cierre del 2021) la cantidad de personas ocupadas pasó de 2.8 millones a 3.2 millones; es decir, 377 mil personas más se incorporaron a la industria de la moda.
Sin embargo, las condiciones de precariedad se acentuaron: el porcentaje de quienes trabajan sin ingreso suficiente para superar el umbral de pobreza pasó de 63 por ciento hace dos años a 72 por ciento en la actualidad.
Para decirlo en números, sin ingreso suficiente hace dos años eran 1.7 millones de personas y ahora son 2.3 millones. El incremento es de 528 mil personas que trabajan en la industria de la moda y son pobres por su ingreso laboral.
El llamado urgente es a las personas dueñas y directivas de las tiendas de marcas globales de prestigio, de las tiendas departamentales y de las cadenas de supermercados. Bastaría su decisión para reducir significativamente el número y porcentaje de personas que trabajan sin salario suficiente, si deciden tener nóminas libres de salarios de pobreza.
Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó una agenda por el trabajo digno con 6 puntos:
- Nóminas libres de salarios de pobreza. 2. Verificar la erradicación del outsourcing. 3. Adhesión a los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos de la ONU. 4. Pago inmediato de grandes y medianas empresas a proveedores micro y pequeñas. 5. Erradicación del trabajo infantil y esclavo en toda la cadena de valor. 6. Medidas de inclusión adecuadas para mujeres y jóvenes.
El segundo reporte especial sobre la industria de la moda fue presentado este día por Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador General de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza y Paulina Gutiérrez, responsable de innovación y articulación de dicha organización.
El reporte, también fue comentado por personas expertas y comprometidas con la agenda de trabajo digno, como Elizabeth Ávalos, de la Colectiva de Mujeres Rosa Luxemburgo; Regina Trujillo, de YouthBuild México, y de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, en León, Guanajuato; Claudia Ignacio Álvarez, del Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos y Rodrigo Olvera, de la Red de Solidaridad de la Maquila.