La salud mental en México es un área que tiene aún muchas asignaturas pendientes. Las mujeres tienen mayor probabilidad que los hombres de sufrir depresión y ansiedad, y la depresión predispone a enfermedades cardiacas y diabetes, entre otras.
En este contexto, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), en el marco de la Alianza por una Salud Justa y Oportuna para las Mujeres en México, llevó a cabo el foro “Impacto Económico y Social de la Salud Mental en las Mujeres: Una Agenda Pendiente”. El foro puso sobre la mesa datos relevantes, áreas de oportunidad aún existentes en materia de política pública, así como recomendaciones y propuestas para un acceso más equitativo de las mujeres a la salud mental.
Los expertos coincidieron en la necesidad de generar programas públicos que atiendan la salud de las mujeres en las distintas etapas de la vida, considerando como primordial la primera infancia, la adolescencia y las adultas mayores, al ser los grupos etarios más vulnerables, de acuerdo con las estadísticas.
En su intervención, la Dra. María Elena Medina-Mora Icaza, directora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), planteó que el financiamiento es un factor relevante para la atención a la salud mental de las mujeres. “La carga de la enfermedad mental significa 18% de la carga global de todas las enfermedades. Sin embargo, sólo se le asigna 2.1% de todo el presupuesto de salud, muy por debajo de las necesidades reales de atención.”
“También existe un estigma social y cultural respecto a los padecimientos de salud mental y, por ello, en México no existe una cultura de prevención”, agregó Medina-Mora. “La principal base del estigma es que estos padecimientos no son considerados como una enfermedad como cualquier otra. La primera tarea debe ser educar para entender mejor a las enfermedades mentales.”
Sobre la necesidad de brindar mejor atención a la salud mental de las mujeres, Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la AMIIF, enfatizó en que es necesario contar con información específica que brinde un panorama más real de esta problemática, para sensibilizar y elevar el tema a la discusión de política pública.
De acuerdo con cifras del INEGI del año 2021, dentro del mercado laboral las mujeres ganaban 34% menos que los hombres. Ello, aunado a la doble o triple jornada de trabajo, propició el burnout o estrés laboral. En el 2021, 8 de cada 10 mexicanas padecían burnout, lo que aumentaba sus probabilidades de sufrir alguna enfermedad física y afectar su desarrollo profesional.
“Esta inequidad es inaceptable”, puntualizó Cristóbal Thompson. “Tenemos que empezar a tomar conciencia de que 7 de cada 10 hombres trabajan en un empleo formal, mientras que sólo 4 de cada 10 mujeres de las zonas urbanas lo tienen. En el caso de mujeres indígenas o en zonas marginadas, la cifra baja a 2 de cada 10.”
Por su parte, el Dr. Salvador Guerrero Chiprés, consejero presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, informó que cuentan con un modelo de atención gratuito 24/7 a través de la Línea Mujer y Familia o el Chat de Confianza (55) 5533 5533. “El promedio diario de atenciones psicológicas de todo el país se incrementó 7 veces de 2019 a 2023. En 2019 dimos 4 mil 468 atenciones específicas y en 2021 llegamos a 36 mil 352 debido a la pandemia.”
El Dr. Guerrero Chiprés informó que la violencia familiar es el motivo principal por el que las mujeres buscan terapia, con el 45.4% de los casos. Para mayor información y estudios al respecto visitar la página: https://consejociudadanomx.org/
En el planteamiento de soluciones para facilitar a las mujeres el acceso a la atención de la salud mental, Dennis Ostwald, fundador y director de WifOR Institute, dijo que durante la pandemia el juego cambió y que ahora es importante pensar en el retorno de la inversión en salud. “Debemos considerar el impacto social de la inversión en salud y el acceso a ella, y tener en cuenta si esta inversión puede dejar una huella económica en los países.”
Agregó que “necesitamos hacer mediciones precisas de cómo la pandemia incrementó el costo social de la salud mental en las mujeres y debemos atacar este problema. Especialmente en México, necesitamos analizar en dónde invertir más en salud, considerando a la salud mental, y dar evidencia respecto al retorno de dicha inversión, especialmente en las mujeres.”
“La falta de recursos, no tener a quien encargar el cuidado de los hijos o la imposibilidad de faltar al trabajo, son brechas que impiden a las mujeres acudir con un especialista. Esto implica la necesidad de políticas públicas que incidan en los recursos y trabajo de las mujeres, y que se incremente el presupuesto para la atención a la salud mental”, expresó la Dra. María Elena Medina-Mora Icaza.
“La inversión en salud no será suficiente para atacar el problema. Aquí el reto es desarrollar una educación nueva que rompa los parámetros tradicionales de que la mujer cuida la casa y el hombre trabaja fuera. Estos paradigmas culturales están fuertemente arraigados en la sociedad y es necesario empezar a cambiarlos”, agregó el director ejecutivo de la AMIIF.
Cristina Rosas, politóloga y experta en Asuntos Públicos y Comunicación Estratégica, quien moderó el foro, invitó a dar seguimiento puntual al tema y retomó algunas conclusiones con las que finalizó: “La atención a la salud mental no puede seguir siendo un tema de voluntad, requiere de compromisos de política pública en todos los sectores, no solo del sector salud. Se deben promover mecanismos que permitan generar datos para la planeación efectiva y el correcto abordaje e inversión, y considerar que la mejora laboral y el acceso a un Sistema Nacional de Cuidados no deben ser un privilegio.”