Dra. Claudia Edwards, etóloga y directora del programa, de Humane Society International México (HSI/ México)
Sin duda, el perro ha sido tradicionalmente la mascota doméstica preferida de tantas personas, y es por ello que se le suele llamar “el mejor amigo del hombre”. Sin embargo, cada vez más, otro pequeño está ganando espacio en las familias mexicanas.
El gato, en los últimos años, ha cobrado gran importancia en los hogares mexicanos, y según datos de la Encuesta Nacional de Bienestar Autorreportado (ENBIARE)1 del INEGI, 16.2 millones de gatos se encuentran en los hogares de nuestro país.
Es tal la popularidad de los “michis” que, en febrero, en agosto y en octubre se conmemora el Día Internacional del Gato con el objetivo de promover su cuidado y adopción. Este mes te decimos por qué se han “adueñado” de nuestras casas y corazones:
Independientes: Basta simplemente colocar sus platos para agua y alimento, así como su arenero, para que ellos solos identifiquen lo que deben hacer y cuándo deben hacerlo. No requieren ninguna orientación de nuestra parte en estos temas.
Amorosos: Si de cariño y mimos hablamos, los gatos realmente pueden demostrar el gran corazón que tienen. Las caricias, el frotarse en el cuerpo de quien le cae bien y hasta “amasarlo” con sus patitas, son muestra del gran amor que tienen para dar.
Comunicativos: Tienen un amplio repertorio de sonidos para conectar con sus tutores. Realizan más de 100 de ellos, entre maullidos, silbidos, ronroneos o gemidos, entre otros. A través de ellos solicitan su alimento, su hora de juego o algún mimo y también pueden mostrar malestar o incomodidad. Su postura o comportamiento es también un medio de comunicación. Será fácil descifrar lo que quiere decirte y pasarás horas conversando con él.
Terapeutas: Son los mejores terapeutas. Su ronroneo puede ayudarte a calmarte en casos de estrés o ansiedad. Si duermes junto a él eres muy afortunado porque además no pasarás frío. Incluso pueden ayudar a reducir la presión arterial y mitigar la depresión.
Inteligentes: Al igual que otras especies, los gatos pueden aprender fácilmente algunas señales, trucos o juegos. Con algunos de ellos, basta con tener unas horas de entrenamiento o de recreo para desarrollar tales talentos. De hecho, enseñar la orden de sentarse se puede hacer en tan solo 10 minutos.
Confidentes: Una gran conexión con tu gato te permitirá contarle tus secretos, logros o inquietudes. Ellos pueden percibir tu estado de ánimo, si estás enfermo o triste. A través de su cariño te demostrarán su amor y entenderán lo que te pasa.
Despertadores personales: Son tan perceptivos que saben exactamente a qué hora debes levantarte y darles su comida. Antes de que suene tu despertador, ellos te despertarán. No tendrás que molestarte en ajustarlo diariamente.
Cuidarán tu bolsillo: Si se trata de elegir y comprar juguetes, te facilitarán la búsqueda. No será necesario invertir horas ni demasiado dinero en un juguete. Si el que le elegiste viene en caja, ellos la preferirán, ya que será su zona de refugio, juego o descanso. Así es que si tienes cajas de diferentes tamaños en tu casa, te sugerimos guardarlas.
Si has decidido compartir tu vida con un gato o ya lo haces, te recordamos que una alimentación adecuada a su edad y condición le proporcionará una vida larga y plena. No olvides sus visitas al veterinario, mantener al día su cartilla de vacunación y esterilizarlo o castrarlo. Tu gran amigo te lo agradecerá.