El 31 de agosto de cada año se celebra el Día Internacional de la Solidaridad. Se eligió esta fecha en honor al movimiento social polaco Solidaridad, que fue representado en 1980 por el gremio sindical Solidarność. Sin embargo, la Asamblea General de las Naciones Unidas también decidió proclamar el 20 de diciembre como el Día Internacional de la Solidaridad Humana.
El propósito de este día se basa en un principio básico de ayuda mutua o el ser solidarios con los otros. De acuerdo con las cifras del INEGI de 2021, México contaba con poco más de 1 millón de voluntarios, representando el 1.5% de la población total, donde 39.3% es de mujeres, y 60.7% de hombres que generan un valor económico total de $126 mil 203 millones de pesos.
Actualmente, no sólo los individuos tienen un compromiso con su entorno y con el desarrollo social. Cada vez es más común que las organizaciones promuevan prácticas y contribuyan con causas solidarias o de cooperación en entornos vulnerables, de crisis humanitarias o emergencias sociales realizando inversiones, actividades y programas para afrontar los retos actuales, por ello, las empresas han evolucionado, convirtiéndose en un agente solidario que incorpora a su filosofía valores como la cooperación, la justicia social, la transparencia y el cuidado y la conservación del medioambiente.
La solidaridad ha definido el trabajo de Whirlpool, referente mundial en la fabricación en electrodomésticos de cocina y lavandería, organización líder del sector que fomenta labores de voluntariado entre sus colaboradores para impactar positivamente en las comunidades donde opera. De acuerdo con cifras de la organización, 8 de cada 10 colaboradores hacen voluntariado en tareas como reforestación, empoderamiento de la mujer y mejoramiento de vivienda.
La estrategia de Responsabilidad Social de Whirlpool se enfoca en dos ejes: House y Home. Las iniciativas de House están centradas en la seguridad de las viviendas como primer paso hacia el camino de una vida mejor en el hogar. Las iniciativas Home están encaminadas en el desarrollo de comunidades resilientes y dinámicas por medio de la educación y el desarrollo de la comunidad.
Por ejemplo, el 26 de agosto, más de 150 voluntarios participaron en la tarea de reforestación sembrando más de 850 árboles de especies nativas y endémicas en la Sierra de Zapalinamé, Coahuila, lo que permitirá crear un espacio apto para la preservación de la biodiversidad y hacer frente al calentamiento global. Desde 2017, cerca de 4,300 árboles han sido plantados. En Whirlpool la sostenibilidad es un pilar fundamental, por ello implementa una estrategia global de cuidado ambiental para reducir el impacto de la organización y avanzar hacia su objetivo de cero emisiones en las operaciones dentro de sus plantas para 2030.
Cabe destacar que Whirlpool también ha trabajado en estrategias enfocadas en las personas y ha estado presente en el desarrollo de actividades inclusivas como el atletismo con personas con discapacidad visual. Otro ejemplo es el de Ciudad de los Niños, en el campus Guadalupe, Nuevo León, donde algunos voluntarios compartieron historias de vida inspiradoras, organizaron un rally y promovieron el trabajo en equipo. Este evento contó con la participación de más de 115 niñas de nivel secundaria.
Estas actividades pertenecen al programa #YoSoyVoluntarioWhirlpool, que incentiva a los colaboradores a la participación en diversas causas, creando conciencia social y ambiental al involucrarse en las comunidades que los rodean.
El incremento de las desigualdades en todo el mundo ha llevado a las organizaciones a desarrollar soluciones para los urgentes desafíos mundiales y adaptarlas regionalmente para el bien común. Con su labor de voluntariado, Whirlpool y sus colaboradores continúan enfocados en el modelo de impacto colectivo para mejorar la vida en el hogar y siguen cumpliendo con uno de los propósitos esenciales de la compañía: crear comunidades prósperas.