Los resultados de la encuesta del BEI sobre el clima muestran que el cambio climático y la degradación del medio ambiente se encuentran ahora entre los principales retos a los que se enfrenta la mayoría de los países encuestados de Latinoamérica y el Caribe, junto con la violencia y la delincuencia, la pobreza y la desigualdad, el desempleo y las desigualdades sociales. Solo en Argentina, Chile y Paraguay no se consideran entre las principales cinco preocupaciones.

En general, la región tiene un porcentaje relativamente bajo de negacionistas del cambio climático, con un promedio de un 5 % por país. Sin embargo, los niveles varían, siendo Argentina el país con la tasa más alta en un 9 %, mientras que Costa Rica registra una tasa inferior al 2 %. Más de tres cuartas partes (un 76 %) de las personas encuestadas en la región reconocen que las acciones humanas, como el uso de combustibles fósiles, son las principales causas del cambio climático. Esta concienciación es crucial para conformar el apoyo público a las políticas destinadas a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Principales conclusiones

  • El 91 % de las personas encuestadas considera que el cambio climático afecta a su vida cotidiana.
  • El 88 % está a favor de medidas gubernamentales más estrictas que impongan cambios en el comportamiento de las personas para hacer frente al cambio climático.
  • El 70 % afirma que el cambio climático afecta a sus ingresos o sustento.
  • El 54 % de las personas encuestadas cree que podría tener que trasladarse a otra región o país debido al cambio climático.
  • El 80 % aboga por centrarse en las inversiones en fuentes de energía renovables.

Entre las personas encuestadas, el 91 % dice sentir los efectos del cambio climático en su vida cotidiana. El porcentaje es notablemente alto en todos los países, desde Uruguay, que registra un 84 %, hasta El Salvador, a la cabeza con un 96 %. El 57 % del total de las personas encuestadas afirma, incluso, que les afecta «mucho». Esto refleja las consecuencias tangibles de los fenómenos meteorológicos extremos y la degradación del medio ambiente. Además, el 70 % de las personas encuestadas indica que el cambio climático afecta negativamente a sus ingresos o fuente de sustento. En cada país, la mayoría comparte esta opinión, con cifras que oscilan entre el 58 % en Uruguay y más de tres cuartas partes (77 %) en Perú.

Preocupación por la migración relacionada con el clima

Un dato sorprendente de la encuesta es que el 54 % de las personas encuestadas cree que podría tener que trasladarse a otra región o país debido al cambio climático. En 9 de los 13 países encuestados, más de la mitad de la población así lo cree (desde el 50,5 % en Argentina hasta nada menos que el 61 % en Ecuador). La opinión es más acusada entre los encuestados más jóvenes, al compartirla un 59 % de los menores de 30 años.

Apoyo público a la acción gubernamental

El 88 % de las personas encuestadas está a favor de que el gobierno aplique medidas más estrictas para combatir el cambio climático. Esta opinión es mayoritaria en toda la región, con porcentajes que van desde el 83 % en Argentina y Brasil hasta un impresionante 95 % en Perú. Esto demuestra la voluntad de aceptar cambios en las políticas y el estilo de vida en aras de una sostenibilidad medioambiental a largo plazo.

A la pregunta de cuál debería ser el principal objetivo del gobierno, el 80 % de las personas encuestadas respondió que la atención debería centrarse en el medio ambiente y el crecimiento sostenible en lugar de en el crecimiento económico a cualquier precio. Esto demuestra que el público está al corriente de la interdependencia entre el bienestar medioambiental y la prosperidad económica, y no solo le preocupan las ganancias económicas inmediatas.

Las políticas de lucha contra el cambio climático y de protección del medioambiente, en particular sus repercusiones, se perciben de manera positiva entre las personas encuestadas. En primer lugar, el 76 % de las personas encuestadas cree que estas políticas mejorarán la comodidad de su vida cotidiana, por ejemplo, a través de la alimentación y la salud.

Casi tres cuartas partes de las personas encuestadas (un 72 %) cree que estas políticas serán una fuente de crecimiento económico y de bienestar para su país, y más de dos tercios (un 68 %) está convencido de que crearán más puestos de trabajo de los que destruirán.

Opciones energéticas de futuro

El 80 % del total de personas encuestadas afirma que su país debería dar prioridad a las inversiones en energías renovables frente a los combustibles fósiles u otras fuentes de energía no renovables. El 51 % prefiere fuentes de energía renovables de gran envergadura, como centrales hidroeléctricas, eólicas, solares o geotérmicas, mientras que el 29 % prefiere fuentes de energía renovables de menor tamaño, como paneles solares en tejados o pequeñas centrales hidroeléctricas.

Esta abrumadora preferencia por inversiones en energías renovables refleja una creciente toma de conciencia de la población latinoamericana y caribeña sobre la importancia de la sostenibilidad y el rol de la energía limpia en la lucha contra el cambio climático.

Ricardo Mourinho Félix, vicepresidente del BEI a cargo de las regiones de Latinoamérica y el Caribe, y de investigación económica: “La encuesta del BEI sobre el clima refleja una conciencia y preocupación cada vez mayores entre la población latinoamericana y el conjunto de la población latinoamericana y caribeña respecto a los peligros del cambio climático. A través de EIB Global nuestro objetivo es construir alianzas con gobiernos, ciudades y empresas en la región para promover la acción por el clima sobre el terreno con inversiones ecológicas y resistentes. Animamos a cada posible cliente a ponerse en contacto con nuestra oficina de Bogotá”.

Ambroise Fayolle, vicepresidente del BEI a cargo del área de la acción por el clima: «Los resultados de la encuesta del BEI sobre el clima en Latinoamérica y el Caribe ponen de relieve una fuerte conciencia pública sobre la idea de que la transición ecológica puede ser motor para el crecimiento económico. En el BEI, nos mantenemos firmes en nuestro compromiso de ayudar a la región a acelerar la transición ecológica y a reforzar la resiliencia frente a los impactos del cambio climático».

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