En el marco de conmemorar los sismos del 19 de Septiembre en el Valle de México, no debe olvidarse la importancia de la cultura de la actuación de las personas ante un temblor, así como que las estructuras tengan las medidas adecuadas para evitar colapsos.

De acuerdo al Atlas de Riesgo de la Ciudad de México, las zonas de mayor riesgo en la capital mexicana, que está edificada sobre lagos, las regiones más vulnerables, presentan un mayor movimiento sísmico por el agua que existe por debajo del pavimento; los suelos muy blandos con altos contenidos de agua favorecen a la amplificación de las ondas sísmicas.

El norte y el oriente de la Ciudad de México son las regiones más vulnerables ante sismos de gran magnitud. Entre las delegaciones con los más altos riesgos se encuentran: Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Tláhuac.

La zona del Centro Histórico ha tenido los mayores daños en los dos terremotos del 19 de septiembre, algunas de las más afectadas son las colonias: Roma Norte, Narvarte, Juárez, Doctores, Tlatelolco y Tabacalera.

Mientras que las zonas de menor riesgo sísmico con un menor índice de riesgos y peligros ante sismos son aquellas formadas por roca volcánica o que se encuentran cerca de las colinas en la Ciudad de México. Las alcaldías de Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, al igual que algunas regiones de la delegación de Miguel Hidalgo, se consideran fuera de peligro ya que se asentaron sobre el volcán San Miguel, por lo que el suelo está conformado por derrames de lava.

También la mayor parte de las delegaciones Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco se encuentran sobre lava porosa y derrames de lava basálticos que conforman la Sierra de Chichinautzin. Entre las zonas de menor intensidad se encuentran: Ciudad Universitaria, Ajusco, Pedregal de San Francisco en Coyoacán, Lomas de Chapultepec, y las secciones de Polanco en la alcaldía Miguel Hidalgo.

Ante dicho panorama, ingenieros en planeación y control de riesgos de la empresa de proyectos inmobiliarios Escala, compartieron cinco consejos clave para la inspección, desde el punto de vista de la construcción e ingeniería civil, ante un posible sismo:

Revisión estructural del inmueble: esta debe de estar a cargo de ingenieros geotecnistas, encargados de la  cimentación acorde al tipo de suelo, y de ingenieros estructuristas, encargados de revisar que los proyectos no representen algún riesgo.

Mejoras o ampliaciones del inmueble: parte importante de la seguridad de las construcciones también es considerar que las posibles modificaciones que las personas realicen a un inmueble.

Reconoce zonas seguras que pueden existir en su casa, escuela o lugar de trabajo para protegerte.

Mantenimiento preventivo: Los edificios que dan mantenimiento a sus equipos de manera trimestral, semestral o anual tienen menos riesgo de sufrir daños en caso de sismo.

Investiga: Si la zona en la que vive puede ser afectada por movimientos sísmicos intensos.

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