“Las exportaciones agroalimentarias de México han alcanzado un récord histórico que, entre diversos factores para lograrlo, se destaca el uso de productos de protección de cultivos como pilar fundamental para garantizar la calidad y seguridad de la producción alimentaria, requisitos esenciales para cumplir con los estándares internacionales de inocuidad y abrir mercados en el extranjero” de acuerdo con Luis Osorio, Director General de Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología (PROCCYT).
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), las exportaciones agroalimentarias han experimentado un crecimiento récord después de 31 años, consolidando a México como un actor relevante en el comercio internacional de alimentos. La Sader detalló que las exportaciones agroalimentarias del país ascendieron a 27,511 millones de dólares, un 5.38% más respecto del periodo enero-junio de 2022.
De acuerdo con Luis Osorio, “los productos de protección de cultivos desempeñan un papel crucial en este éxito exportador. Estos insumos, que incluyen tecnología agrícola avanzada, contribuyen de manera significativa a garantizar la eficiencia y la productividad en la agricultura. Sin ellos, sería difícil alcanzar los volúmenes y la calidad necesarios para satisfacer la demanda internacional y cumplir con los estándares exigidos por los mercados internacionales”.
De acuerdo con PROCCYT y las empresas que agrupa, los estándares de inocuidad alimentaria son esenciales para acceder a los mercados globales, y los productos de protección de cultivos juegan un papel crucial en este aspecto. Estos insumos ayudan a controlar las plagas y enfermedades que podrían afectar la calidad de los productos, garantizando así que los alimentos producidos en México cumplan con los criterios exigidos a nivel internacional en términos de seguridad alimentaria.
“El reto de la agricultura para satisfacer las necesidades de alimentación, tanto en calidad como cantidad, consiste en aprovechar al máximo las áreas agrícolas y utilizar los avances tecnológicos. Detrás de un producto de protección de cultivos hay 11 años de investigación y desarrollo, más de 120 estudios clínicos que dan garantía no solo su eficiencia sino de su completa seguridad”, comentó el Director de Ejecutivo de PROCCYT.
“En este contexto, es fundamental reconocer la importancia de fortalecer la disponibilidad y acceso a estos productos de protección de cultivos para los agricultores mexicanos. Una inversión adecuada en tecnología agrícola y capacitación sobre el uso efectivo de estos insumos es esencial para optimizar la producción agrícola, aumentar la competitividad y mantener altos niveles de inocuidad y calidad en nuestros alimentos, resaltó Luis Osorio”.