La pérdida auditiva en personas mayores es un factor común para muchos, ya que se sabe que hay un desgaste en el oído por los años, pero ¿sabías que la sordera puede desatar diversas complicaciones y enfermedades secundarias?.
Los primeros indicios de sordera durante la vejez es dejar de escuchar sonidos tan comunes como una alarma o un timbre. Med-El, líder en soluciones médicas auditivas, indica que la hipoacusia en la vejez suele ocurrir en ambos oídos, y al ser gradual, muchas personas no se dan cuenta que han perdido parte de su capacidad auditiva, y en algunos casos, se presentan dificultades y padecimientos que afectan la rutina de su día a día aún más.
Los factores más comunes que surgen después de perder la audición durante la vejez van desde aislamiento, enfermedades físicas y psicológicas. Según lo indicado por la Secretaría de Salud, en México hay aproximadamente 2.3 millones de personas que padecen discapacidad auditiva, de las cuales más de 50 % son mayores de 60 años.
“Después de los 60 años, la audición disminuye en promedio 1 dB por año, una vez que el daño en el oído aumenta, es probable que se desaten diversas enfermedades secundarias. Estas afecciones complican aún más la situación de las personas que no tienen un diagnóstico, pues es fundamental contar un acompañamiento profesional, pues solo ellos podrán dar las mejores soluciones de acuerdo con cada caso.
Actualmente, existen distintos dispositivos que ayudan a mejorar la audición, dependiendo el diagnóstico de cada paciente, esto también puede prevenir algunas enfermedades o complicaciones que se desarrollan con esta discapacidad”, señala la Dra. Jimena Atuán Rodas, Audióloga y Gerente de Soporte Clínico MED-EL México.
Las diferentes situaciones a las que se expone el oído durante los años hacen que disminuya su eficacia de forma gradual, factores como la exposición al ruido a largo plazo, antecedentes familiares, tabaquismo, diabetes o medicamentos ototóxicos. Al ser un padecimiento que se presenta progresivamente, las personas no se dan cuenta de su situación hasta que el daño en el oído es profundo.
Estas son algunas enfermedades secundarias y complicaciones que se pueden presentar con la hipoacusia en adultos mayores: Demencia, Depresión e Inseguridad, Cambios hormonales, Mareos constantes, Cambios de humor constante, Dolores de cabeza habituales, Presión alta, Aislamiento y retraimiento, Ansiedad y desconfianza, Baja autoestima, Problemas psicológicos y Cefalea.
Las personas mayores con pérdida auditiva realizan continuamente cambios en su rutina, el cambio más notorio es la forma en cómo se comunican con su entorno, además su situación se complica con las enfermedades secundarias que los hace aislarse o tratar de evitar su realidad. Al igual que en otras etapas de la vida, los adultos mayores también cuentan con soluciones tecnológicas, como los aparatos auditivos o implantes cocleares, estos los ayudarán a mejorar su calidad de vida.