En una sociedad, cuando las mujeres tienen la oportunidad de desarrollar su potencial profesional sin limitaciones, los resultados se ven reflejados en todos los sentidos. Un gran ejemplo de esto es el impacto que tienen las tienditas y pequeñas y medianas empresas en el país.

De acuerdo con datos de 2022 de la ANPEC, en México existen más de un millón de tienditas en las cuales se realiza el 52% de las compras de la población. Si bien, en los últimos tres años debido a la crisis sanitaria global, se han cerrado aproximadamente 700 mil micronegocios, aún estas fuentes de generación de ingreso y empleo continúan innovando para mantener la competitividad en sus localidades.

De la misma forma, en el rubro económico, las mujeres representan un gran bastión para México en la fuerza laboral e ingresos. Un claro ejemplo, es el potencial incremento en el PIB del 15% para 2030, si el gobierno y el sector privado implementaran acciones para sumar a 8.2 millones de mujeres a la economía, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

Por ello, se deben tener las mejores prácticas tanto personales, como profesionales para impulsar el empoderamiento de todas aquellas mujeres que deseen emprender y/o fortalecer sus negocios. Algunos consejos para seguir creciendo y lograr mayor confianza en sus capacidades son:

  • Por más básico que parezca, es necesario contar con una visión estratégica y tener claros los planes y objetivos a mediano y largo plazo que se desean alcanzar. Una planificación basada en las necesidades y oportunidades de una nueva idea de negocio traerá consigo beneficios y finanzas sanas, así como una correcta distribución de los ingresos.
  • También, la diversificación en los segmentos de mercado es otro aspecto en el que se debe prestar atención. El mundo se encuentra en una constante transformación digital y generacional de la cual se puede tomar ventaja e incursionar en nuevos públicos y territorios para asegurar un aumento en las ventas y diferenciarse entre otros emprendimientos.
  • Ahora bien, es indispensable que las emprendedoras confíen en sus capacidades y en su poder de hacer crecer cualquier proyecto, sin tomar en cuenta los roles de género, ni la narrativa que se ha impuesto por años y que han limitado sus acciones dentro del mercado. Por tal razón, es primordial tener ambiciones a medida de sus sueños y no de sus miedos.

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