La presencia de la mariposa Monarca durante el pasado invierno disminuyó 22% en los bosques mexicanos de hibernación. Este decremento obedece a la reducción histórica del hábitat reproductivo en los Estados Unidos, así como a las condiciones extremas que impactaron negativamente dichos ecosistemas reproductivos durante el verano anterior, según la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
En este contexto, es importante conocer que los bosques ubicados en los límites de Michoacán y el Estado de México, en la zona conocida como la Región de la Monarca, son indispensables para la conservación de esta especie que migra cada año desde Canadá y Estados Unidos para sobrevivir al invierno.
Estos bosques brindan las condiciones climáticas adecuadas para 80% de la población mundial de mariposas Monarca y también contribuyen con la mitigación del cambio climático debido a que su restauración y manejo forestal sustentable permiten la captura de carbono, uno de los más abundantes gases de efecto invernadero.
Dentro de la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca (RBMM), la zona núcleo es considerada Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO y en ella no se permiten actividades productivas forestales. Mientras tanto, en la zona de amortiguamiento y en la de influencia, los ejidos y comunidades indígenas dependen de las actividades económicas que realizan en estos bosques.
Por consiguiente, preservar el hábitat de la mariposa Monarca es vital para su conservación, sin que esto prive a la gente local de sus fuentes de ingreso. Ante este reto, Fundación AXA México y WWF México, han puesto en marcha un proyecto para la certificación del manejo forestal sustentable y el desarrollo de proyectos de bonos de carbono, que tiene como objetivo la protección y manejo sustentable de los bosques de hibernación de la Monarca en Michoacán y Estado de México, creando un equilibrio entre los habitantes y el ecosistema en el que viven.
Esta iniciativa mejorará la calidad de más de 11 mil hectáreas de bosques, ayudando a que las mariposas Monarca completen su ciclo migratorio gracias a una hibernación adecuada. A su vez, beneficiará a más de tres mil familias durante 30 años en los que recibirán los beneficios de los proyectos de carbono, además de la generación de empleos directos a través de las actividades de manejo responsable de los bosques.
El proyecto estima lograr la captura de 46 mil toneladas de CO2 y la emisión de 14 mil créditos de carbono anuales para su comercialización directa por parte de las comunidades que habitan estos bosques. Dichos créditos, son instrumentos financieros emitidos por un organismo internacional acreditador que los otorga por cada tonelada de dióxido de carbono absorbida o removida de la atmósfera, y que pueden ser adquiridos por empresas o individuos para reducir su huella de carbono al compensar sus emisiones de gases de efecto invernadero.
El manejo de los bosques es clave para la lucha contra el cambio climático. Su conservación y aprovechamiento por medio de prácticas sustentables, es un paso determinante para que la población humana encuentre un equilibrio indispensable con el planeta.