Las intensas olas de calor y la sequía causadas por El Niño están reduciendo críticamente los niveles de agua en el río Amazonas y sus afluentes, diezmando la población peces, limitando el riego de cultivos y el transporte para garantizar el suministro de agua y alimentos. Ante este panorama es inminente una crisis alimentaria en la cuenca del Amazonas, advirtió la agencia humanitaria y cristiana World Vision, en vísperas del Día Mundial de la Alimentación.
En las últimas dos semanas, el nivel del río Amazonas en Manaos, Brasil (capital del estado Amazonas) bajó siete metros (22,9 pies). El oxígeno limitado y las temperaturas más cálidas del agua están matando a los peces, que alimento básico en la dieta amazónica. «La capacidad de transporte se redujo en un 40% durante las últimas dos semanas, dejando a comunidades enteras sin suficientes suministros de alimentos y agua e impidiendo que los niños vayan a la escuela, ya que los botes son el principal medio de transporte», explicó Joao Diniz, Líder Regional de World Vision América Latina y el Caribe.
World Vision ha estado trabajando en la Amazonía brasileña durante más de 25 años y ha ampliado su alcance para proteger a los niños y la biodiversidad amazónica en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, a través de su Iniciativa de la Cuenca Amazónica. Las comunidades amazónicas dependen del transporte fluvial para acceder a alimentos, servicios de salud y educación. Se estima que más de 2.200 niños no pueden ir a la escuela debido a la grave sequía en Manaos, Brasil. «Otras 20.000 personas podrían sufrir lo mismo en los próximos días», dijo Luis Corzo, director de la Iniciativa de la Cuenca Amazónica.
El aumento de las temperaturas y las sequías prolongadas están alterando el delicado equilibrio entre la estación lluviosa y la seca. «La Amazonía brasileña está en plena estación seca, y ya estamos experimentando la pérdida de cultivos, la imposibilidad de las familias de pescar y la escasez de agua. Aproximadamente 520.000 indígenas y tradicionales podrían sufrir las consecuencias de esta sequía», dijo Corzo.
Las temperaturas extremas y la disminución de los niveles de agua en los departamentos peruanos de Loreto y San Martín están aumentando la proliferación de enfermedades infecciosas como la diarrea, el dengue y la malaria. En Iquitos, las condiciones de sequía están causando un estrés hídrico masivo, limitando el riego de los cultivos locales, la alimentación de los animales, el acceso al agua potable y la navegación fluvial. En Colombia, las comunidades de Caquetá, Amazonas y Putumayo están expuestas a un mayor riesgo de incendios forestales y a un suministro limitado de agua. Mientras tanto, Ecuador está experimentando un severo estrés hídrico que está limitando el acceso de miles de familias a la energía hidroeléctrica.
«Las interrupciones en las cadenas de suministro locales, la reducción de la capacidad de riego e incluso la escasez de agua y energía indican que estamos en las primeras etapas de una inminente crisis de seguridad alimentaria en la región amazónica», dijo el líder regional de World Vision. «Miles de personas se verán obligadas a migrar, y los niños serán cada vez más vulnerables al trabajo infantil y al abuso, ya que los medios de subsistencia se verán comprometidos. Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a los organismos multilaterales y a las agencias de cooperación para que nos ayuden a proteger a los niños más vulnerables».
«Necesitamos urgentemente fondos para prevenir una situación que puede llegar a ser catastrófica para los niños de la región amazónica y sus familias», agregó Corzo. «La era de ebullición global que el Secretario General de la ONU predijo está afectando dramáticamente a los niños del Amazonas. No podemos ser espectadores de esta crisis climática. Debemos proteger a las comunidades indígenas y tradicionales que salvaguardan el 20% del agua dulce del mundo y los bosques tropicales que compensan 200.000 millones de toneladas de carbono cada año. No hacerlo simplemente acelerará y profundizará la crisis global», dijo Diniz.