El Día Mundial del Ahorro de Energía y el Día Internacional Contra el Cambio Climático se unen en una celebración doble que tiene como objetivo concientizar sobre la apremiante necesidad de proteger el planeta. El calentamiento global representa el desafío ambiental más significativo en la actualidad. A pesar de los esfuerzos de la industria por adoptar fuentes de energía renovable, el uso de combustibles fósiles aún prevalece, lo que ha resultado en un aumento en las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el cual constituye al menos dos tercios de los gases de efecto invernadero (GEI) del planeta. Para dimensionar la situación, según el informe del Global Carbon Atlas, las emisiones globales de dióxido de carbono relacionadas con la industria manufacturera alcanzaron aproximadamente el 22% del total de emisiones de CO2 en 2020.
Particularmente, las empresas del sector manufacturero se caracterizan por un consumo intensivo de energía. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el consumo de electricidad en el sector manufacturero de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y República Dominicana en 2022 fue de 1.1 millones de GWh. Para poner esto en perspectiva, la producción total de energía eléctrica en América Latina y el Caribe en el mismo periodo fue de 1.5 millones de GWh. Por lo tanto, el consumo de energía en el sector manufacturero representa aproximadamente el 73% del total de la producción de energía en la región.
En este afán de mejorar la eficiencia energética y la descarbonización, las empresas han disminuido el uso de combustibles fósiles para reducir emisiones de GEI. Esto les ha permitido fortalecer su resiliencia y contribuir a objetivos de neutralidad de carbono. Por ejemplo, Whirlpool Corporation cuenta con una trayectoria de más de 50 años dedicados al cuidado del medioambiente. En 1970 abrió su primera oficina dedicada a Asuntos Medioambientales y en 2003 fue el primer fabricante de electrodomésticos en fijar un objetivo de reducción de emisiones.
En 2021, la compañía anunció el compromiso de alcanzar la meta Net Zero en plantas y operaciones globales para el año 2030. En el último año, se logró una reducción de emisiones de GEI del 25% gracias al uso de energías renovables y, dados los resultados, Whirlpool Corporation se ha comprometido a comprar unos 200,000 MWh anuales de energía eólica, esto equivale a suministrar electricidad a 27,662 hogares, eliminar 30,633 vehículos de gasolina de las carreteras, o evitar el uso de 329,151 barriles de petróleo durante un año.
El futuro del planeta depende de la manera en la que el sector industrial avance hacia un sistema energético más fiable, asequible y descarbonizado. Por lo tanto, Whirlpool se ha comprometido a ser una compañía con operaciones sostenibles, mejorando la eficiencia energética de todas las plantas y optimizando los procesos con la instalación de Sistemas de Gestión Energética. Estas acciones no sólo representan un esfuerzo por reducir las emisiones de carbono y mejorar el cuidado del planeta, sino que también permiten a las empresas mantener su competitividad.
Según un estudio publicado por S&P Global, las empresas que lideran en prácticas de gestión de sostenibilidad superan a las compañías tradicionales tanto en sostenibilidad como en el desempeño de su negocio, medido como margen EBITDA (Earnings Before Interest Taxes Depreciation and Amortization). En el primer caso, la ventaja es del 53.8% frente al 44.6% a favor de las firmas con un enfoque sostenible.
El ahorro de energía desempeña un papel esencial en la reducción de emisiones de carbono en la industria y en la sostenibilidad de las operaciones. Este proceso es fundamental en la lucha contra el cambio climático, ya que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen siendo uno de los principales impulsores del calentamiento global. A pesar de los significativos desafíos que enfrenta el planeta, sólo a través de la innovación y una mentalidad de mejora continua será posible marcar la diferencia.