A raíz del Huracán Otis, de categoría 5, que recientemente tocó tierra en Acapulco con vientos de 260 kms por hora, es importante reflexionar sobre la incidencia de este tipo de catástrofes naturales, cuyo costo en pérdidas económicas suele ser uno de los más relevantes para los países, de acuerdo con Martin Bertogg, Head of Catastrophe Perils de Swiss Re, «Aunque la inflación puede remitir, la creciente concentración de valor en zonas vulnerables a las catástrofes naturales sigue siendo un factor clave para el aumento de las pérdidas. Para nuestro sector, se trata de un llamado, tanto para reflejar la exposición más reciente de forma aún más cuidadosa en las evaluaciones de riesgos, así como de seguir apoyando a la sociedad para que esté mejor preparada».
De acuerdo con el reporte sigma NatCat del Swiss Re Institute, 2022 fue el segundo año consecutivo en el que las pérdidas aseguradas por catástrofes naturales han superado la barrera de los 100 mil millones de dólares. Entre estas catástrofes, sobresalen los huracanes y tormentas, siendo el huracán Ian en Estados Unidos el más costoso de 2022.
Por el lado de México, de acuerdo con datos del Swiss Re Institute, el huracán más costoso para el país ha sido Gilberto en 1988, con una pérdida de 6.4 mil millones de dólares de los cuales solo 1.8 estaban asegurados. Por otra parte el huracán Odile en 2014 ha sido el de mayor pérdida económica en años recientes, reportando 4 mil millones de dólares, con una brecha de protección del 48%. Estas cifras refuerzan la importancia de continuar cerrando la brecha de protección en México y el mundo.