La energía limpia es una ayuda invaluable para las empresas. En especial si hablamos de cómo el mundo, la tecnología y las ideas sobre el cuidado del planeta se han desarrollado y cómo siguen en constante evolución. La sostenibilidad de por sí ha adquirido mucho protagonismo en los planes anuales de empresas (en sus materiales, transportes, servicios), y dentro de ese mar de preocupaciones, la energía surge como algo clave que hay que atender con urgencia. Por sólo dar una cifra, en 2022 en Estados Unidos, se destinaron más de 295 mil millones de dólares en el desarrollo de energía limpia, según datos de Statista. Esta inversión habla sobre un cambio que ya está en marcha.
Pero ¿cómo es que las empresas pueden mejorar sus prácticas energéticas para hacerlas renovables? Existen muchas vías: están las fuentes solares, eólicas, hidroeléctricas y de almacenamiento con baterías de litio (como las de la empresa Quartux). Todas ellas son cruciales para reducir la huella de carbono, entre otros beneficios:
La reducción de costos: el adoptar formas de energía sustentable o almacenamiento con baterías de litio ayuda a reducir gastos operativos, porque aunque se requiere una inversión inicial, a largo plazo se genera menos dependencia de la red eléctrica de la CFE. Por ejemplo, en el caso de las baterías de litio de Quartux, se puede reducir hasta en un 30% el costo sobre el recibo de luz, además, al contar con un software con inteligencia artificial, se regula la electricidad que recibe el edificio donde se instalan, para usarla en los momentos donde la corriente tiene mayor precio.
Cumplimiento de normativas ambientales: a la par del interés de las empresas en el medio ambiente, también cambian las políticas públicas sobre el tema, como la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética. Por lo que es probable que tu empresa cumpla mejor con las directrices de impacto ambiental de usar suministros y almacenamientos más sustentables; además, suele haber incentivos fiscales a las empresas que aplican estas medidas para reducir la contaminación, como la deducción del 100% del ISR sobre el costo de proyectos que incentiven el uso de energías renovables (Ley del ISR, en el Artículo 40, fracción XII).
Mejora operativa: gracias a tecnologías como el almacenamiento en baterías de litio y paneles solares, tu empresa puede protegerse contra apagones o variaciones en el voltaje producto del deterioro de la red eléctrica de la CFE. Además, al tener el control sobre la energía en tu edificio, puedes asegurarte que sólo se gaste cuando es necesario.
Estos beneficios pueden hacer que las empresas den un paso sin retorno hacia mejores prácticas que ayudarán a la eficiencia de su operación, a la par que son más amigables con el medio ambiente.