Es bien sabido que la diabetes es una de las enfermedades crónicas más recurrentes y peligrosas en México. Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022; registra una prevalencia del 18.3%, ocasionada principalmente por un estilo de vida sedentario y malos hábitos alimenticios que, a su vez, no solo provocan sobrepeso y obesidad, sino que también afecta diferentes órganos como el corazón, riñones, sistema nervioso y los ojos.
En términos de la vista, una de las principales consecuencias de la diabetes, es la retinopatía diabética, la cual ocurre por los altos niveles de glucosa en la sangre que dañan los pequeños vasos sanguíneos del ojo. Dicho daño puede generar hinchazón y fugas de líquido; obstrucción del flujo sanguíneo y creación de nuevos vasos sanguíneos anormales en la retina, lo que puede provocar pérdida de visión de manera progresiva hasta llegar a una ceguera irreversible.
La Asociación Mexicana de Retina, estima que más de 2 millones y medio de pacientes en nuestro país padecen algún grado de retinopatía diabética lo que la coloca como la principal causa de ceguera en México en pacientes con diabetes y en edad productiva (entre los 20 a 74 años). De acuerdo con el IMSS, la prevalencia de esta patología asciende a 31.5%.
“Como muchas de las patologías visuales, la Retinopatía Diabética no presenta síntomas y por lo regular cuando se diagnostica, ya se encuentra en una etapa muy avanzada y no es reversible. Sin embargo, se puede controlar, por ello es sumamente importante visitar al retinólogo por lo menos cada 6 meses, alimentarse más sanamente y realizar alguna actividad física que permita disminuir los niveles de azúcar en la sangre”, detalló el doctor Juan Manuel Cardoso, director médico de Laboratorios Grin.
Cabe destacar que existen dos tipos de Retinopatía Diabética: la Retinopatía Diabética No Proliferativa (RNP) y la Retinopatía Diabética Proliferativa (RP), ambas presentan diferencias significativas en cuanto a gravedad y tratamiento, por lo que una intervención temprana puede marcar la diferencia en la preservación de la visión.
La RNP ocurre cuando se debilitan los vasos sanguíneos de la retina y se desarrolla hiperpermeabilidad capilar, lo que provoca hinchazón en la retina y la formación de microaneurismas que de no atenderse oportunamente puede derivar en RP, en la que crecen nuevos vasos sanguíneos de manera anormal que por lo regular se rompen provocando sangrados en el vítreo, también, puede desprenderse la retina y en estados más avanzados provocar una grave pérdida visual central y periférica.
Además del riesgo de perder la vista, la Retinopatía Diabética afecta de manera considerable el bolsillo pues el costo de su diagnóstico, tratamiento y seguimiento oscila entre los $,5000 y $37,000. Lo anterior no incluye los gastos que pueden generarse por la incapacidad de la persona que lo padece, considerando que ésta se encuentra en una etapa productiva y no puede generar ingresos.
“En el marco del Día Mundial de la Diabetes (14 de noviembre) es preciso hacer una reflexión sobre la mejora que podemos realizar a nuestro estilo de vida, hábitos alimenticios y priorizar en los chequeos médicos constantes que nos permitan atender y prevenir de manera oportuna la diabetes y la retinopatía que en la actualidad son las primeras causas de mortalidad y ceguera en el país”, concluyó el doctor Cardoso.