El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó los datos de la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con el objetivo de dimensionar y visibilizar la aportación que hacen los hogares, en especial las mujeres, a la economía del país.
El trabajo no remunerado tiene un valor porque permite que la sociedad funcione; además de satisfacer las necesidades básicas y contribuir al desarrollo de las infancias, facilita que los miembros del hogar participen en el mercado laboral o estudien.
En 2022, el valor económico de las tareas del hogar y de cuidados ascendió a 7.2 billones de pesos. Las mujeres aportaron 2.6 veces más valor económico que los hombres por el tiempo que dedicaron a estas labores durante el año.
Los estados con mayor valor económico como proporción del PIB estatal se encuentran en el sur del país: Chiapas (62 por ciento), Guerrero (50 por ciento) y Oaxaca (48 por ciento), que también ocuparon estas posiciones en 2021. Por otro lado, destacan Campeche, la Ciudad de México, Querétaro y Nuevo León donde el trabajo del hogar y de cuidados representa 15 por ciento del PIB o menos.
En base a dichas cifras se puede desglosar que el estado de Querétaro, es la tercer entidad del país con menos proporción de su economía con aporte del trabajo no remunerado, con un 15 por ciento de su PIB estatal, detrás de Ciudad de México con un 12 por ciento y Campeche 10 por ciento.
Situación que permite desglosar que Querétaro, es top3 en estados que no tiene muchas personas que trabajan y no ven reflejado en su economía dichas acciones que realizan.
Por otro lado, Coahuila (75 mil 629 pesos), Zacatecas (73 mil 677 pesos) y Chihuahua (67 mil 801 pesos) son los estados con mayor valor económico per cápita por el trabajo no remunerado que realizan. En el otro extremo se encuentran Quintana Roo (39 mil 024 pesos), Yucatán (45 mil 347 pesos) y Tabasco (45 mil 699 pesos). Sin embargo, en Morelos, Tlaxcala, Zacatecas y Puebla las mujeres aportan al menos tres veces más valor económico que los hombres, lo que posiciona a estos estados con la mayor desigualdad de género en el trabajo no remunerado.
El valor económico del trabajo no remunerado equivale a 24% del PIB de México, es decir, a uno de cuatro pesos generados por la economía mexicana en 2022. Este monto supera el valor de los sectores económicos más grandes del país como la industria manufacturera (22%) y el comercio (20%).
En los últimos 20 años, el valor económico de estas actividades no ha cambiado significativamente; pasó de representar 19% del PIB en 2003 a 24% en 2022. Si bien disminuyó ligeramente con respecto a 2021, este se mantuvo por encima del nivel previo a la pandemia (22% en 2019).
Las mujeres realizan la principal contribución económica por el trabajo no remunerado que realizan, ya que ellas aportan 2.6 veces más valor económico que los hombres. Esto se debe a que del tiempo total destinado al trabajo –remunerado y no remunerado– a la semana, ellas dedican 63% a estas actividades sin remuneración, proporción que disminuye a 27% para los hombres.
Brindar cuidados es la actividad que realizan las familias con mayor valor económico, la cual equivale a 1.8 billones de pesos, seguida de realizar la limpieza y mantenimiento del hogar con un valor de 1.7 billones de pesos en 2022. Con respecto a esta última, las mujeres contribuyeron también 2.6 veces más que los hombres a la limpieza; caso contrario a las tareas de mantenimiento como reparaciones o plomería donde los hombres aportaron casi siete veces más que las mujeres.
Esto demuestra que los roles de género persisten en la distribución de las labores no remuneradas, ya que los hombres tienden a realizar las actividades consideradas como “masculinas”.
En promedio, una mujer que pertenece a un hogar del primer decil de ingresos genera 85 mil 725 pesos por el trabajo no remunerado que realiza en comparación con 69 mil 892 pesos en el caso de una mujer que pertenece al decil 10 de ingresos. Es decir, una mujer en el primer decil aporta 23% más valor económico por estas labores que una mujer en el último decil de ingresos. En el caso de los hombres, el valor económico se mantiene relativamente constante, independientemente del decil de ingresos al que pertenecen. Esto sugiere que, en la medida en que las mujeres dedican menos horas a labores no remuneradas, los ingresos de su hogar tienden a mejorar.
Para los hombres, contar con un mayor nivel educativo tiende a aumentar el valor económico por el trabajo no remunerado que aportan. En promedio, un hombre con al menos un año de educación media superior aporta 35 mil 799 pesos, en contraste con aquellos con primaria incompleta que aportan 27 mil 909 pesos. En el caso de las mujeres, el nivel de escolaridad no parece ser una característica determinante en la contribución del trabajo no remunerado ya que una mujer con primaria incompleta aporta 4% más valor económico que una mujer con primaria completa, pero 22% menos que una mujer con secundaria completa. Es decir, entre las mujeres no se mantiene la misma relación que existe entre los hombres.
Las mujeres casadas realizan la mayor proporción del trabajo no remunerado en México; ellas aportan el doble de valor económico per cápita que las mujeres solteras y el triple que los hombres casados. En promedio, una mujer casada aporta un valor económico de 96 mil 159 pesos, 66% más que los hombres casados (33 mil 159 pesos).