Un estudio de Howden, grupo global asegurador, en conjunto con la Universidad de Cambridge muestra que muchos países pequeños y vulnerables se enfrentan a una pérdida de más del 100% de su PIB. Hasta antes de Otis, cuatro de los 10 siniestros más caros de la historia han sido huracanes, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS)
De acuerdo con Howden, grupo global asegurador, ante las transiciones climáticas que se viven actualmente, es necesario revisar y evaluar riesgos. Sobre todo, en muchos países pequeños y vulnerables de los océanos Pacífico, Caribe e Índico se enfrentan a una pérdida de más del 100% de su PIB como consecuencia de las alteraciones climáticas, y que esta cifra aumentará entre un 10 y un 15% de aquí a 2050.
«Es necesario medir y evaluar riesgos para proporcionar a los países vulnerables seguridad financiera frente a los desastres relacionados con el clima», Juan Carlos Mateo Gerente de Ingeniería de Propiedad y Daños Patrimoniales de Howden.
Las transiciones climáticas que se viven actualmente, sin duda, están afectando a la sociedad mundial, y América Latina no es la excepción. Particularmente en México las condiciones socioeconómicas, la fragilidad de los ecosistemas naturales y las características geográficas y climáticas hacen que el país sea sumamente vulnerable al cambio climático.
Cifras de la reaseguradora Swiss Re indican que solamente en el primer semestre de 2023, las pérdidas por catástrofes naturales se situaron en 50,000 millones de dólares, casi el doble del promedio anual de los últimos diez años en ese mismo periodo (las pérdidas económicas totales, no solo aseguradas, fueron de 120 millones de dólares, que representan un 45% más del mismo período en la última década). Lo anterior, sin contar todas las pérdidas derivadas de los fenómenos presentados en este segundo semestre.
La investigación realizada por Howden y el Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad (CISL) de la Universidad de Cambridge, hacen un llamado a la comunidad internacional para que el reparto de riesgos se convierta en un pilar clave del mecanismo de Pérdidas y Daños (L&D) para proteger vidas, medios de subsistencia y miles de millones en activos y para fortalecer el crecimiento económico de los países más pequeños y vulnerables al clima del mundo durante los próximos años y décadas.
«El entorno actual genera que el mercado internacional pueda modificar el costo del reaseguro que ofrece a las aseguradoras, lo que repercutirá en un incremento en las primas de los seguros directos, además de cambios en condiciones de las coberturas, que pueden incluir aumento en deducibles y coaseguros, que son las participaciones del Asegurado en sus pérdidas», comenta Regina Castellanos, Directora de Propiedad y Daños Patrimoniales de Howden.
«El papel del seguro es ser el instrumento financiero que apoye a las empresas y a las personas para mitigar el menoscabo de su patrimonio ante cualquier situación, incluyendo las catástrofes naturales; por ello, en el sector asegurador, y más aún siendo bróker de seguros, tenemos la tarea de buscar soluciones alternativas y productos diferentes que permitan seguir contando con la protección financiera que ofrece el seguro, intentando que la repercusión al cliente no sea grave y, a su vez, apoyar a la concientización de la sociedad sobre el impacto que el cambio climático trae consigo; la necesidad de evaluar y prever riesgos, así como participar con acciones propias para la atenuación del mismo», concluye Regina Castellanos.
Fuente Comunicae
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