Hablar de artesanías nacionales es hablar de las que se producen en el estado de Jalisco. Entre las más destacadas, están los hermosos telares que se elaboran en el Pueblo Mágico de Ajijic. Sus inigualables colores brillantes y diseños únicos son el resultado de una tradición artesanal que ha traspasado generaciones.
Decenas de familias dedican su vida a preservar este arte desde hace siglos. De acuerdo con los primeros registros de tejidos con un telar en México, desde la época prehispánica, los indígenas nahuas empleaban técnicas rudimentarias para elaborar textiles para uso diario.
Con la llegada de los españoles y ya durante la época colonial, se introdujeron nuevas técnicas, materiales y equipo para enriquecer este valioso arte. Aunque no se tiene una fecha exacta de cuando se empezaron a producir los primeros telares en Ajijic, si existe evidencia de que su elaboración y conocimiento ha pasado de mano en mano durante mucho, mucho tiempo.
Como muestra de la relevancia que tienen los telares para la economía de la población, en el siglo XIX hubo un gran auge de esta industria lo que derivó en la llamada “Expoarte Ajijic 89”, donde el 5 de agosto de 1989 se llevó a cabo el “Callejón del Arte”, con el objetivo de impulsar las manifestaciones artísticas y tradiciones locales.
Gracias a esto, los tejidos que se elaboran en este Pueblo Mágico se volvieron muy famosos en toda la región, el estado y en todo el país, debido a la alta calidad de y diseños únicos que los artesanos imprimen en cada uno de ellos. Cada patrón, diseño, figura y color cuentan una historia, una que define a cada una de las familias que viven de este arte.
Para lograr los tejidos más sorprendentes, los artesanos tienen a la mano varios tipos de telares como los de pedal y los de cintura o madera. Pese a que ambos están fabricados con el mismo material, lo que cambia es el tamaño y manejo de cada uno.
Los telares de pedal son los más usados, ya que, gracias a su tamaño, permiten tejer piezas grandes, mientras que los telares de madera o cintura son más pequeños y portátiles. En cuanto a la tela, los artesanos tienen emplean opciones muy variadas (algodón, yute, poliéster, seda, lino y rayón) con colores llamativos como el rojo, el blanco, el azul y el verde; mientras que los diseños suelen ser geométricos o florales.
Los telares, y en consecuencia los tejidos, también desempeñan un papel muy importante dentro de las festividades y celebraciones del pueblo. Desde eventos especiales hasta las fiestas patronales, los tejidos son el invitado más importante y son sinónimo de la destreza de los tejedores locales.
Si toda esta historia ya te convenció de comprar productos tejidos en Ajijic, uno de los mejores sitios para adquirirlos es el mercado municipal, donde hay una amplia selección de artículos hechos a mano por tejedores locales.
Ya sea que aludan a la naturaleza, la historia de la región o las tradiciones locales, todos y cada uno te gustarán mucho, tenlo por seguro.
¿Cómo llegar a Ajijic?
La forma más fácil de llegar a Ajijic desde la capital tapatía es en autobús, taxi o auto particular. Los autobuses salen desde la Central Vieja de Guadalajara y llegan a la terminal del pueblo. El viaje dura aproximadamente 1 hora y 30 minutos. En auto particular el tiempo se reduce hasta en media hora.
Al visitar Ajijic y adquirir productos tejidos auténticos de esta región, estamos celebrando el legado de los tejedores jaliscienses y su contribución invaluable a la cultura y la historia de nuestra tierra.