La depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes en el mundo y puede ser motivo de discapacidad y sufrimiento. En los servicios de psicología y paidopsiquiatría de los hospitales regionales ocupa entre 35 y 40 por ciento de los motivos de consulta en infantes y adolescentes. Por ello, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) ha establecido una red de servicios de salud mental.
Los servicios de salud mental del Issste, forman parte de la Estrategia Nacional para la Prevención de Adicciones (ENPA) debido a que están asociadas con factores de riesgo como la depresión en adolescentes. Adicionalmente, la población dispone de la Línea de la Vida 800 911 2000 las 24 horas de todos los días del año para recibir apoyo psicológico por profesionales de la salud.
En el marco del Día Mundial contra la Depresión, que se conmemora el 13 de enero, el especialista en paidopsiquiatría del Hospital Regional (HR) “1° de Octubre”, José Luis Pozos Saldívar, precisó que el trastorno depresivo se caracteriza por síntomas de tristeza, apatía y anhedonia, que es básicamente la falta de motivación o interés en las actividades que antes solían tener, y/o ausencia de placer en acciones que por lo general causan satisfacción.
En la población pediátrica, explicó, esta enfermedad es más frecuente en jóvenes entre los 13 y 17 años, debido a que en esta etapa hay mayor estrés por los cambios físicos y emocionales; puede haber problemas con amigos, acoso escolar, presión académica, conflictos familiares e incluso factores genéticos. Se estima que entre 60 y 80 por ciento de infantes diagnosticados con depresión moderada o grave tienen antecedentes familiares de trastornos afectivos.
Si una mamá o un papá la padece, es muy probable que sus hijos o hijas puedan presentar esta patología, sobre todo cuando están expuestos a condiciones frecuentes de estrés o experiencias traumáticas, puntualizó el especialista.
“Un ejemplo reciente fue la experiencia de la pandemia, la cual ha generado una serie de alteraciones, incluso a nivel endocrinológico, que han dado lugar a modificaciones del estado de ánimo, falta energía e interés, dificultad en la concentración, menos interés en realizar actividades con compañeros; también han ocasionado trastornos del sueño.”
Destacó que, para desarrollar depresión, hay múltiples factores implicados: biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos. Lo importante es saber que hay tratamiento, y en el Issste se aborda de manera integral, con equipos de salud multidisciplinarios, encabezados por especialistas en psicología clínica, psiquiatría especializada en adultos, y psiquiatría de pacientes pediátricos.
Con respecto a los síntomas alertadores de este padecimiento, el especialista señaló que, en los niños en edad escolar, cuando aún no expresan cómo se sienten, puede presentarse decaimiento del ánimo, irritabilidad, rebeldía y berrinches exacerbados.